Usted está aquí: miércoles 25 de enero de 2006 Política Derbez: que los migrantes paguen por amnistía en EU

Rivera Carrera pide soluciones sensatas en vez de muros

Derbez: que los migrantes paguen por amnistía en EU

ALMA E. MUÑOZ

Ante la negativa del presidente de Estados Unidos, George Bush, para amnistiar a migrantes indocumentados, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, apuntó que el gobierno mexicano apuesta por esta opción legal para que "con alguna penalidad a pagar", los connacionales que puedan ser sujetos de ella, permanezcan en ese país de manera definitiva.

"Nuestra posición la hemos dicho tanto al presidente Bush como a los senadores y diputados. La solución que nos parece correcta es que la regularización se dé como él la está planteando (que las personas regresen a su país de origen para hacer la tramitación legal que determina aquella nación). Al mismo tiempo, se abra la oportunidad para que con alguna penalidad a pagar, para que sea una amnistía, el migrante que se encuentra en Estados Unidos pueda permanecer allí, si así lo desea, de manera definitiva, además de que dé una condición que impida robarle su lugar en la lista a quien ya está en proceso de tener una green card", afirmó.

Mientras, el cardenal Norberto Rivera Carrera, calificó de error e imprudencia que una nación tome "medidas unilaterales", cuando para abordar el fenómeno de la migración se requieren mecanismos internacionales que "no se limiten a intercambios comerciales", sino que frenen el drama de los migrantes.

Ante a la presión de los flujos migratorios -dijo en la inauguración del tercer Congreso Nacional de la Comisión Episcopal de Cultura, que preside-, se requieren soluciones "sensatas y realistas" y no nuevas murallas, porque pueblos receptores y expulsores nos necesitamos para superar la "injusticia y la explotación que se viene dando sistemáticamente con los migrantes que se convierten en las víctimas de todos: de sus propias naciones de donde son expulsados por la pobreza; de los traficantes de indocumentados que los maltratan sin consideración y de los que (padecen abusos) por su condición de extranjeros en nuevas tierras".

Recordó que el papa Benedicto XVI recientemente habló de 200 millones de personas en dichas condiciones y reiteró su preocupación por la "feminización" de la movilidad humana. Equiparó a las migrantes con las empleadas de maquiladoras en este país, por las condiciones de inseguridad e injusticia que enfrentan.

No podemos permanecer indiferentes, manifestó el arzobispo primado de la ciudad de México, cuando en nuestro territorio también centroamericanos y de otras latitudes "son constantemente ultrajados". Hay que entender, continuó, que la migración "está cambiando rápidamente los ambientes nacionales y culturales", porque muchos países desarrollados sufren de desequilibrios generacionales, mientras otros "se han convertido en exportadores de su propia población, joven y empobrecida, en busca de nuevas oportunidades". Y esto, sentenció, se convirtió en "una amenaza para la cultura e identidad", como en Estados Unidos.

 
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