México niega que hayan sido militares y abre pesquisa
Chocan a tiros uniformados mexicanos con agentes de EU
Congresista pide a Bush militarizar la frontera
Ante la petición del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos para realizar una "investigación cuidadosa" sobre las presuntas incursiones de elementos del Ejército Mexicano fuertemente armados en territorio estadunidense, presumiblemente para resguardar la introducción de droga, el gobierno de México se deslindó de estos hechos y reconoció que en diversas ocasiones organizaciones dedicadas al crimen organizado, incluido el narcotráfico, han utilizado vestimenta y equipo de transporte de tipo militar o de cuerpos de seguridad pública.
Las secretarías de Relaciones Exteriores y de la Defensa Nacional (Sedena) señalaron que no puede descartarse que estas acciones de la delincuencia tengan como propósito lesionar tanto la imagen de las Fuerzas Armadas mexicanas como la cooperación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado y en particular el narcotráfico.
Advirtieron que estos incidentes serán investigados en ambos países.
En el reporte de las dependencias mexicanas nunca informan de la petición del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, ante los hechos reportados en lunes pasado, en el condado de Hudspeth, Texas, donde hay versiones -como la del congresista republicano Tom Tancredo- de un enfrentamiento entre "militares mexicanos y narcotraficantes con policías estadunidenses". Lo cierto es que las autoridades policiacas del lugar reportaron la tarde del pasado lunes la presencia de un grupo de personas con vestimenta militar, armadas con metralletas y a bordo de vehículos Humvee, aparentemente en actividades del narcotráfico o contrabando. La FBI informó que el enfrentamiento fue entre sujetos vestidos con uniformes parecidos a los de elementos del Ejército y agentes estadunidenses.
La Patrulla Fronteriza confirmó la solicitud de investigación al gobierno mexicano e informó que el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos inició también las pesquisas, en las que colaboran las autoridades locales y estatales de ese nación. "El gobierno (de Washington) también está discutiendo la materia con el gobierno de México y pidió una investigación y una respuesta cuidadosas", señaló el vocero del organismo fronterizo, Salvador Zamora.
El gobierno mexicano informó que como resultado de sus primeras pesquisas, la Sedena reportó que no tiene vehículos Humvee en la guarnición de Ciudad Juárez con el tipo de armamento de alto calibre descrito por los oficiales del Departamento del sheriff de Hudspeth.
Además de que las autoridades militares mexicanas han iniciado una búsqueda en la zona para localizar a los vehículos descritos y se pasó lista al personal de la guarnición sin que se reporten elementos del Ejército ausentes.
De acuerdo con el congresista republicano Tom Tancredo, uno de los más duros partidarios de la reforma antinmigrante que pretende penalizar la migración indocumentada, las policías federal y locales tienen indicios de que tres autos 4x4 transportaban droga rumbo a Estados Unidos, pues policías locales vieron un vehículo militar mexicano con ametralladoras del lado estadunidense del río Grande (Bravo), esperando para escoltar estas unidades en ese territorio.
Según un comunicado del congresista, uno de los vehículos logró regresar a México, otro quedó atrapado en el río y fue quemado por los militares mexicanos, mientras que en el tercero los policías hallaron 700 kilogramos de mariguana.
Tancredo aprovechó la oportunidad para pedir al presidente George Bush el despliegue de tropas estadunidenses en la región, como única vía para resguardar la frontera con México.
Este incidente se produce después de las muertes recientes de dos jóvenes mexicanos a manos de autoridades policiacas estadunidenses, y en medio de la polémica causada por el proyecto aprobado por la Cámara de Representantes hace un mes de ampliar la construcción del muro fronterizo con México, con lo cual se orillaría a los migrantes a cruzar por lugares más inseguros.
Por otra parte, el cónsul de México en El Paso, Francisco Foncerrada Bermúdez, dijo que "en varias ocasiones se ha tenido conocimiento de un grupo paramilitar del crimen organizado que utiliza ese tipo de vestimenta, además de que oficialmente la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) abrió una investigación por estos hechos".
Militares y agentes federales se trasladaron a la zona fronteriza con Sierra Blanca, Texas, cerca de donde ocurrió el incidente, para indagar entre las personas que viven en ese sector sobre la presencia del grupo paramilitar que presuntamente cruzó a los Estados Unidos.
Sin embargo, éste no es el único suceso de esta naturaleza. El 17 de noviembre pasado, en el mismo condado de Hundspeth, agentes de la Patrulla Fronteriza de Fort Hancock, en Texas, llamaron al sheriff para obtener apoyo después de encarar a unos seis hombres armados y vestidos con uniformes militares. Los hombres, que portaban ametralladoras y manejaban vehículos militares, trataban de transportar más de 3 toneladas de mariguana a través del Bravo.