Temen que reviva resentimientos por el trato de Japón hacia las chinas
Censores chinos cancelan estreno de la película Memorias de una geisha, programado para febrero
Pekín. Memorias de una geisha, filme basado en un libro de gran venta, ha encontrado problemas en China, patria de su protagonista principal. Por temor de que inflame aún más el ya persistente sentimiento antijaponés, censores chinos han cancelado el estreno de la película, programado para febrero próximo.
Las dos más famosas actrices chinas, Zhang Ziyi y Gong Li, tienen los papeles principales de la cinta, la cual en un principio fue aprobada por la censura. Pero la Oficina Cinematográfica del gobierno cambió de opinión. Mao Yu, director de la sección de propaganda y publicidad, cree que Memorias... plantea "problemas complejos" y es "demasiado delicada". En Japón hubo quejas de que actrices chinas representaran a mujeres japonesas, pero en China se ha desatado un escándalo, porque aquí muchos consideran a las geishas como prostitutas. Zhang, de 26 años, que desde Crouching tiger, hidden dragon es la actriz más famosa de Asia, ha atraído venenosas críticas de sus compatriotas. Un blogger escribió: "Vendió su alma y traicionó a su país. Cortarla en pedazos no sería suficiente castigo para ella". Otros aseguraron que presentarla como la geisha Sayuri sería como si una actriz judía caracterizara a una mujer nazi.
En momentos en que las relaciones sino-japonesas se encuentran en su punto más bajo en décadas, las autoridades temen que la cinta reviva resentimientos latentes por el tratamiento dado a las mujeres chinas en Japón antes de la Segunda Guerra Mundial y durante ella. Decenas de miles de chinas fueron violadas por soldados japoneses durante la masacre de Nankín, en 1937. Se estima que varios millares más estuvieron entre las 200 mil asiáticas forzadas a trabajar como "mujeres de confort" en burdeles militares japoneses durante la guerra. El año pasado brotaron violentas protestas antijaponesas en toda China, después de la publicación en Japón de un libro de texto de historia que velaba las atrocidades de ese país durante la guerra.
Popularidad sin precedente
Sin embargo, la inclusión de Zhang y Gong en la película refleja la popularidad sin precedente de las estrellas, las cintas y los cineastas chinos. El director taiwanés Ang Lee, por ejemplo, acaba de ganar un Globo de Oro por su western gay Brokeback mountain. Con 260 filmes producidos en 2005 por la China continental y ultramarina, su industria es hoy la tercera del mundo, detrás de Hollywood y del Bollywood de India, y va conquistando un público mundial. Este éxito crea problemas a las autoridades de Pekín, que luchan por mantener su control tradicionalmente estrecho sobre los asuntos creativos. El presidente Hu Jintao fue anfitrión el mes pasado de un evento de gala para el mundo chino del cine en el Gran Salón del Pueblo, en Pekín. Hu elogió a los cineastas por la parte que han tenido en la modernización del país, pero los instó a "apegarse todo el tiempo a la dirección política correcta".
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya