Disputarán los puestos 628 aspirantes de todas las fuerzas
El registro de candidatos a senadores y diputados, el episodio por venir
Una vez que han arrancado las campañas presidenciales, los partidos y coaliciones han entrado en la fase de definición de sus listados al Senado de la República y la Cámara de Diputados, a efecto de cumplir con los plazos de registro de los 628 candidatos que deberán postular.
De acuerdo con las fechas establecidas por el Instituto Federal Electoral (IFE) para el registro de las candidaturas, el siguiente paso que deberán realizar los partidos es la aprobación de las 32 fórmulas de dos candidatos cada una que contenderán por la mayoría relativa para el Senado de la República. En el caso de los aspirantes a llegar a este órgano, no sólo acceden los 64 legisladores que ganan la elección, sino que inclusive el partido o coalición que alcance la primera minoría obtiene un lugar en esa cámara, el cual corresponde al número uno en la fórmula, con lo que se integran ya 96 de los 128 lugares en el recinto de Xicoténcatl.
Los restantes 32 provienen de una lista de representación proporcional a escala nacional cuyos candidatos deben ser registrados entre el primero y el 15 de abril próximo. La campaña de los senadores se inicia al día siguiente en que el IFE aprueba las candidaturas, lo cual ocurre tres días después de que se haya cerrado el plazo establecido para su registro.
Entre el primero y el 15 de abril también se deberán registrar a los 300 candidatos de mayoría relativa que los partidos o coaliciones postulan para contender en igual número de distritos electorales en que está dividido el país.
El último plazo es el registro de los 200 candidatos a diputados federales por la vía de la representación proporcional. Cada partido o coalición registra 40 candidatos por cada una de las cinco circunscripciones en que está dividido el país y en función de la votación que obtengan en ellas logran curules para la Cámara de Diputados.
Para la elección de 2006, tanto Alianza por México (PRI-PVEM) como la coalición Por el Bien de Todos (PRD, Convergencia y PT) pactaron que su alianza fuera amplia, por lo que abarca la Presidencia de la República, los senadores y los diputados federales.