No les respetan horarios, Seguro Social ni salario convenido
Vigilantes en el aeropuerto, sin capacitación y sobrexplotados
En manos de personas no capacitadas, por falta de una preparación laboral adecuada, se encuentran áreas estratégicas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que las autoridades aeroportuarias han entregado a la empresa española de seguridad privada Eulen, la cual mediante un video de tres horas "induce" a sus nuevos elementos sobre lo que tienen que hacer en caso de emergencia.
Lo anterior fue revelado a La Jornada por Raymundo Cruz Doroteo, un ex agente de Eulen, que no aceptó la corrupción que priva entre encargados de las cámaras de monitoreo de movimientos de los elementos en activo y de coordinadores de turno de dicha firma, además de "empleados de inmobiliaria Fumisa que se dedican a amenazar con despidos al personal bajo cualquier pretexto".
Asegura que cuando fue contratado en las oficinas que Eulen tiene en la calle de Miguel Hidalgo 17, colonia Peñón de los Baños, cercana al aeropuerto, "lo primero que se me dijo era que tenía que observar una conducta intachable, no caer en corruptelas ni faltas a la disciplina".
Hace saber que por contar con certificado de preparatoria se le aceptó a los ocho días de haber solicitado empleo. "Tú cumples con el perfil que estamos requiriendo, por lo que te vamos a asignar al aeropuerto; te vamos a poner donde están los filtros de revisión electrónica o en las áreas de vigilancia de las salas de adentro", y para que se animara le ofrecieron un salario inicial de 5 mil pesos mensuales.
Fue enviado a las oficinas de Mixcoac a recoger el uniforme respectivo, un tolete y un pequeño contenedor metálico de gas lacrimógeno, y "como una preparación, mediante un video que dura tres horas, se me hizo conocer qué es el aeropuerto, cuáles son sus zonas principales, dónde iba a estar colocado, y reportar por escrito a los superiores cualquier cosa que a mi criterio fuera anormal".
-¿Eso fue todo? ¿No hay ninguna práctica de defensa personal o cómo evitar cualquier acto de violencia por parte de personas que acuden al aeropuerto? ¿Cómo actuar frente a alguien que se comporte de manera sospechosa?
-No. Ni siquiera sabemos cómo utilizar el gas lacrimógeno o el tolete. Nosotros sólo debemos informar por escrito sobre cualquier anormalidad, y nada más.
-¿Por qué dejaste el empleo?
-Porque no acepté darles entre 50 y 100 pesos diarios a los supervisores del estacionamiento del lado internacional, que me exigían les entregara de las propinas, las cuales está "prohibido" recibir, pero que todos aceptamos porque la gente nos da ese dinero de manera voluntaria. Más que guardia era guía o colocador de automóviles.
Cruz Doroteo, de 34 años, casado y con dos hijos, que vive en las afueras del Distrito Federal, renunció a su empleo "porque además fui engañado; se me contrató para laborar un turno de 12 horas de trabajo por 24 de descanso, en los filtros de chequeo, de registro de equipajes o en las salas de adentro, y con un pago mensual de 5 mil pesos. Al llegar, se me envió al estacionamiento internacional, donde se me pretendió pagar 3 mil 700 pesos mensuales y trabajar un turno de 12 por 12 horas".
-¿El contrato que firmaste habla de Seguro Social y de algún tiempo para tener una base en el empleo?
-No tuve tiempo de saber lo del Seguro Social, porque no duré casi nada. Como no acepté dar dinero a los supervisores se me comenzó a tratar mal. Incluso mis compañeros se molestaron conmigo porque no le entraba con mi cuerno como ellos lo hacen para no tener problemas. Fui y di las gracias, entregué el equipo y el uniforme y se me dio una constancia de que había salido bien.
Hasta el momento la empresa Eulen no le ha pagado el tiempo que trabajó para ella y "me traen a las vueltas, dándome largas y diciéndome que la próxima semana van a liquidarme, pero nada".
Es de señalar que dicha empresa española de seguridad privada sufre de una rotación de personal significativa, porque la mayoría de los contratados renuncian cuando se dan cuenta que no les cumplen lo prometido y les quieren pagar menos de lo convenido, situación que bien conocen las autoridades del AICM.