Atendió 9 mil 347, lo cual significa el mayor número en su historia: Alvarez Icaza
En 2005, aumento sin precedente de las quejas recibidas por la CDHDF
Ello, "no el cobro de facturas", obligó a reorganizar el organismo, explica su presidente
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, aseguró que los movimientos de "reacomodo y reorganización" que promovió en el organismo, entre los cuales se cuenta la destitución de Pilar Noriega García como primera visitadora, no se debieron a "un cobro de facturas personales", sino a la necesidad de "un rediseño institucional" que permita enfrentar los nuevos retos.
En entrevista, el ombudsman capitalino enfatizó que Noriega García continúa en el equipo de la CDHDF, pero ahora en "un espacio que permite aprovechar de la mejor manera toda su visión, su compromiso, su fuerza y su autoridad", ya que trabaja directamente con el equipo responsable del rediseño de la comisión.
No obstante, reconoció que la decisión de relevarla de la primera visitaduría pudo haber "significado a algunos incomodidad y reserva", por lo cual "a mí me importa mucho mandar claramente el mensaje de que Pilar sigue formando parte de esta comisión".
Alvarez Icaza dijo que "la demanda" de la CDHDF va en aumento: "el número de quejas que estamos enfrentando no tiene precedentes. El año pasado atendimos 9 mil 347; nunca habíamos tenido tantas. El mayor número en la historia eran poco más de 7 mil asuntos. Entonces lo que estamos viendo es que hay una tendencia de crecimiento y eso nos lleva a una reorganización del trabajo".
Para responder a esa tendencia, indicó, la CDHDF pasará de dos a cuatro visitadurías, las cuales trabajarán de manera temática. "Vamos caminando a la creación de dos nuevas visitadurías que se dirijan hacia una especialización. Esto se reflejará en una decisión que tendremos que tomar en el consejo de la comisión.
Explicó que se analizan tres opciones en el consejo: la primera consiste en crear instancias especializadas por temas; es decir, procuración y administración de justicia, calidad de vida, grupos en situación de riesgo, etcétera; la segunda opción es que la especialización parta de las autoridades señaladas (PGJDF, SSP, delegaciones), y la última opción es atender las demandas por conjunto de derechos (detenciones arbitrarias, indebido proceso, el derecho de las víctimas u ofendidos del delito, etcétera).
"Entonces esta discusión está justamente tomando forma y llevará a que una vez creados esos perfiles se busque a las personas ideales para ocupar los espacios", abundó.
Alvarez Icaza estableció que desde que asumió la presidencia de la CDHDF se optó "por un rediseño institucional", el cual parte de la "filosofía de las pirámides". Aclaró al respecto: "cuando tu ves una pirámide, en realidad lo que ves es una acumulación de procesos, porque debajo de la superficie hay un basamento y debajo de éste existe otro, y así consecutivamente. Entonces lo que realmente ves son varios procesos, y eso es lo que hemos hecho aquí".
Como ejemplo mencionó que un primer paso, antes de la especialización de las visitadurías se creó el catálogo de calificación e investigación de violaciones a los derechos humanos, ya que "cuando nosotros llegamos la manera en que se calificaban las quejas tenía que ver mucho con un criterio de derecho penal. No se estaban calificando violaciones, se estaban calificando delitos".
Actualmente la Dirección General de Promoción y Derechos Humanos y la primera Visitaduría están a cargo de Raúl Ricardo Zúñiga Silva y Guadalupe Cabrera, respectivamente, quienes fungen como encargados de despacho. El único cambio definitivo fue la inclusión de Ricardo Bucio, quien relevó a Rocío Culebro en la secretaría técnica.
"Por supuesto que más allá de los modelos institucionales hay personas, y a mí me ha importado cuidar mucho estos cambios, los cuales también obedecen a fenómenos de fin de un ciclo e inicio de otro. Hay gente que decidió no continuar, lo cual respeto porque yo fundo mis relaciones en la libertad".