Usted está aquí: domingo 22 de enero de 2006 Economía Rechazan habitantes de Topolobampo la instalación de planta de gas natural licuado

Denuncian que para laborar en termoeléctricas deben pagar a sindicatos miles de pesos

Rechazan habitantes de Topolobampo la instalación de planta de gas natural licuado

Amagan con tomar casetas de peaje y cerrar el puerto para evitar que se construya

JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Culiacán, Sin., 21 de enero. Habitantes de la comunidad porteña de Topolobampo, en el municipio de Ahome, rechazan la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL), cuya inversión es promovida conjuntamente por la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), del gobierno estatal, y el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa (Codesin).

Los vecinos del lugar se enteraron de la noticia: la SDE les dijo que sí construirán la planta de GNL en Topo. Eso los enardeció y decidieron organizarse y presentar la defensa formal y legal de su terruño: el puerto.

En la memoria colectiva de esta región está fresca la burla de que fueron objeto con la construcción de las termoeléctricas Topolobampo Uno y Dos, e incluso el engaño de que fueron objeto por Petróleos Mexicanos, cuyos directivos les dijeron que les darían trabajo.

Lo mismo pasó con la Administración Portuaria Integral (API), organismo del gobierno federal que instaló una cerca en los accesos que tenían los pescadores al puerto y que los obligó a buscar nuevas rutas para llegar al mar y explotar los recursos naturales.

"Todos ofrecieron trabajo a cambio de instalarse, pero no cumplieron. Los sindicatos se apoderaron de las plazas y ahora para trabajar en ellas habrá que pagar lo equivalente a un Volkswagen y medio", aseguró Manuel Olivas García, uno de los muchos residentes que se oponen a la construcción de la nave industrial.

La gente, agregó, está unida en torno al rechazo y casi todos están dispuestos a tomar casetas de peaje y cerrar el puerto, con tal de que no se instale la gasera.

Y es que el temor a una explosión es más que evidente. Y también se oponen por el antecedente que todos tienen de destrucción de los sistemas de vida con la instalación de plantas industriales.

Adalberto Antonio Reyes Ochoa, también residente del puerto y ex técnico de supervisión de plantas gaseras domésticas, comerciales e industriales, comentó que el rechazo es porque la población considera muy peligroso contar con instalaciones de energéticos dentro de la zona poblada.

"Si tanto la quieren, que la hagan a 15 kilómetros del puerto, como señalan las normas", manifestó.

El líder de los porteños indica que la API, la Secretaría de Economía y los empresarios canadienses que promueven la inversión mienten a la población, ya que sí hay riesgos para el ecosistema y la ciudadanía.

Nos han engañado desde que anunciaron el proyecto, que como tal nadie conoce, excepto bosquejos, comentó.

Denunció que la planta ha comprado conciencias, ya que regidores, síndico y medios de comunicación les han negado apoyo a los habitantes que están en contra de que la planta se instale cerca de la zona habitada.

El alcalde de Ahome, Policarpo Infante Fierro, y el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, conocen el rechazo de los ciudadanos de Topolobampo, pero aseguran que la instalación o no de la planta es decisión del gobierno federal.

"Eso está por verse", dice el profesionista.

Para la regidora, María de la Luz Ramírez Rodríguez, en el caso de la instalación de la planta de gas en Topo no está dicha la última palabra, pues "es evidente el rechazo de la población, y como cabildo no puedo decir si la apoyamos o no, pero la cosa está ahí, en pugna".

Segura y confiable

Tan sólo en una etapa inicial la inversión ascenderá a 500 millones de dólares, pero en total, con gasoducto incluido, suman mil 300 millones de dólares.

Para instalar la planta, los inversionistas requieren de una extensión de 35 hectáreas, que se ubicarían en la zona oeste del puerto, y un área reservada para la expansión. Los empresarios requieren también los avales de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, Energía, Salud, y del Medio Ambiente y Recursos Naturales, que deberán extender los permisos correspondientes, según un informe de la API-Topolobampo, que no da importancia al rechazo de la población.

Existen negociaciones entre una empresa extranjera y las autoridades de los gobiernos federal y estatal. Se ha sabido que se trata de una firma canadiense, aunque los residentes no han sido informados. El gas sería importado de Asia y Sudamérica, debido a que el que se expende en Estados Unidos, a través de Texas, es más caro.

Entre los beneficios de esta planta de GNL, según documentos del Codesin, está la inversión directa, generación de empleo, disposición de recurso energético local, suministro confiable de energía, estabilidad de precios y cierre del gasoducto que opera actualmente la Comisión Federal de Electricidad en Topolobampo, que es altamente contaminante.

De acuerdo con el reporte, la planta de Gas Natural Licuado permitirá a Sinaloa un acceso a la nueva y más barata fuente de energía, más de 500 millones de dólares en inversión directa, empleo y derrama económica y mejor calidad del aire.

Para el estado de Chihuahua, vecino de Sinaloa, significará una fuente de energía eléctrica confiable y segura, sobre todo para consumo industrial y a menor costo, lo que también implicará que no dependerá de la importación de gas licuado procedente de Estados Unidos.

"El GNL importado a través de la costa oeste de México aumentará la disponibilidad de energía en dicha región, disminuirá los costos del gas natural y de la energía eléctrica, y reducirá de manera potencial el nivel de las importaciones de gas de Estados Unidos", reza el reporte de Codesin.

El reporte defiende la seguridad y establece que instalaciones similares tienen un récord de seguridad ejemplar por más de 45 años, sin que hayan ocurrido accidentes serios. Además indica que el gas no es explosivo ni flamable, y que aun con fuga no representa peligro alguno.

Las instalaciones observan procedimientos de primer nivel, así como tres candados de protección: contenedor de GNL, detección y mitigación de fugas, y zonas de seguridad.

Una terminal de esa naturaleza contempla instalaciones de atraque y descarga del buquetanque de GNL, tanques de almacenamiento, instalaciones para la vaporización, conexión con el gasoducto, unidades de desalinización y capacidad de generación de energía eléctrica.

El proyecto justifica que en México la demanda de gas natural de 2001 a 2012 tendrá un crecimiento anual de alrededor de 6.8 por ciento.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.