Usted está aquí: domingo 22 de enero de 2006 Economía Préstamos para vivienda se consolida como el principal segmento de la banca privada

En 2005 aumentó a una tasa de 57.2 por ciento

Préstamos para vivienda se consolida como el principal segmento de la banca privada

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El crédito de la banca para la compra de vivienda aumentó en 2005 a una tasa sin precedente de 57.2 por ciento y la evolución que se estima para 2006 apunta a convertir a este tipo de financiamiento en el principal concedido por el sistema financiero, arriba incluso del empresarial. Se trata de un tipo de deuda familiar que va en aumento y que ha encontrado condiciones favorables en la reducción de la inflación, planes de tasa fija y, recientemente, una serie de estímulos por pago puntual.

"Este tipo de financiamiento a las familias ha consolidado su proceso de expansión y se prevé que se convierta en los próximos años en la actividad crediticia más importante del país", afirmó el grupo financiero BBVA Bancomer, también propietario de la Hipotecaria Nacional, y principal gestor de préstamos para vivienda en el país.

Hasta noviembre pasado, última información disponible, el crédito de la banca privada para compra de vivienda alcanzó 151 mil 100 millones de pesos. Esta cantidad supera los 122 mil 500 millones de pesos de un año antes y prácticamente cuadruplica los 56 mil millones de pesos que había concedido hasta diciembre de 2002, de acuerdo con datos del Banco de México.

Después de un breve lapso de auge entre 1992 y 1994, que se interrumpió por la devaluación en diciembre de ese último año y que llevó a la bancarrota a millones de deudores hipotecarios, los préstamos de la banca para financiar vivienda estuvieron prácticamente suspendidos hasta 2002.

A partir de 2003 y con la aparición de instrumentos financieros en el mercado mexicano que permiten el financiamiento a largo plazo, como los bonos del gobierno con liquidación a 20 años, los bancos han encontrado opciones para financiarse en horizontes largos de tiempo, que han hecho posible estructurar préstamos hipotecarios con tasa fija. Antes de la devaluación de 1994, los pasivos se contrataban a tasa variable, por lo que una variación en las condiciones financieras del país -como devaluación o repunte de la inflación- se trasladaba en automático a los deudores.

Según BBVA Bancomer, el control de la inflación, que en 2005 fue de 3.3 por ciento, en un entorno de mayor estabilidad económica, ha hecho posible que las tasas de interés hipotecarias se hayan mantenido debajo de 15 por ciento anual. En octubre de 2005 la tasa de interés promedio en los créditos a la vivienda fue de 13.6 por ciento.

La reducción del riesgo de otorgar créditos a la vivienda y la mayor competencia entre los bancos han permitido que disminuya el diferencial entre el costo de los recursos a que se financian los bancos para conceder los préstamos y las tasas hipotecarias.

Así, la diferencia entre las tasas promedio hipotecarias y la llamada "tasa de fondeo bancario" -promedio del rendimiento de los diversos instrumentos que adquieren los bancos en el mercado local para financiarse- en octubre fue de 4.6 puntos porcentuales.

"Esta nueva manera de competir entre las instituciones está indicando que en tanto las tasas de fondeo bancario no disminuyan sustancialmente, las tasas de los créditos hipotecarios en 2006 se mantendrán en los niveles que han registrado en los últimos meses de 2005", consideró BBVA Bancomer.

La expectativa de que las tasas de interés hipotecarias no irán en aumento sustenta la previsión de que la demanda de créditos para la compra de vivienda siga creciendo en 2006.

Si en 2005 se reportó un incremento de 57 por ciento en la cartera de crédito hipotecario, este año puede llegar a 42.5 por ciento, estimó BBVA Bancomer.

 
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