Hay un Presidente que no sabe gobernar y partidos que no saben ser oposición, dice
El cambio en el país va a venir en 15 o 20 años, no en un sexenio: Diego Monroy
A cinco años de gobierno, a la administración de Vicente Fox se le puede considerar como "inédita, con un Presidente que no sabe gobernar y que está aprendiendo, y con partidos que no saben ser de oposición", afirmó el recién ratificado rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy.
En una evaluación del mandatario mexicano, el vicario general y episcopal guadalupano señaló que en este momento Fox Quesada ha llevado a la democracia ciudadana a un punto de avance en el que "todavía se encuentra en pañales".
"En este momento, la ciudadanía, que ha crecido y madurado, aunque todavía no lo suficiente, ha adelantado (porque) al presidente Fox le podemos tirar por arriba y por abajo porque no cumplió con tantas cosas, pero hemos avanzado en muchísimas otras", refirió.
Consideró que entre los huecos que están pendientes de llenar se encuentra la reforma del Estado, porque ha sido un proceso "empantanado", por la falta de diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo, a quienes les falta "mirar por el país".
"Desde mi posición en la Iglesia me doy cuenta de lo grande que es México y de las lacras y deficiencias que tenemos, evidentemente, pero son más las cosas bellas: un pueblo noble, unido, integrado", más allá de lo que cotidianamente se vive, afirmó.
Asimismo, resaltó que este gobierno ha permitidio estabilidad social sin guerrilla ni brotes de inconformidad, aunque "es cierto que en los bolsillos lo hemos resentido, pero como sea vamos caminando. Se ha atacado esta situación de pobreza, que es triste, lacerante, pero un pueblo no se hace pobre en cinco años, es un lastre que traemos desde hace 500 años".
En este sentido, el prelado consideró que en las campañas de este año, en las que se juega la Presidencia, a los ministros de la Iglesia católica no les corresponde inducir el voto ni promover el abstención, sino el derecho ciudadano de votar por el candidato que coincida con los valores y convicciones de los votantes.
"Somos líderes naturales, pero no podemos meternos en esto, ni siquiera insinuar, pero sí formar la conciencia de la gente. Afortunadamente, como Iglesia, hemos superado el hecho de pensar que el que promueve al pobre, al indigente, ya es de izquierda."
Monroy Ponce señaló que a diferencia de lo que vivía el país hace cinco años, actualmente la Secretaría de Gobernación "está poniendo los puntos sobre las íes" para que los ministros y los funcionarios no se metan en el proceso electoral y que el pueblo tenga la libertad de elegir a sus gobernantes.
"Nosotros (los clérigos) sí somos políticos, líderes naturales, ejercemos la auténtica política, la de promoción del bien común. Nos toca formar a nuestro pueblo para que su fe incida en lo social, lo económico, lo político, lo cultural, en todos los ámbitos, porque es el creyente el que transforma y debe transformar la realidad y la situación (de México) desde los valores del Evangelio", indicó.
Sobre los pendientes del país, señaló que el cambio va a venir en 15 o 20 años, "no en un sexenio ni en dos", porque es un largo proceso, "todavía tiene que haber mucha renovación, muchos cambios". La Iglesia, agregó, "tiene que responder al hoy, al aquí y al ahora en el camino del hombre".
En torno a las posiciones políticas asumidas y expuestas públicamente por el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, y el proselitismo de mandatarios estatales en favor de los candidatos de sus partidos políticos, Monroy Ponce les pidió que "no deben inmiscuirse" en las campañas electorales.