Mil millones de pesos anuales genera turismo de aventura
Tuxtla Gutierrez, Chis., 20 de enero. Tiene 25 kilómetros de longitud y 800 metros de altura, incluso hay quienes se atreven a afirmar que son mil. Para cruzarlo hay que realizar un recorrido de 35 kilómetros desde el embarcadero de Cahuaré y hasta la presa de Chicoasén. Mientras te transportas de un lado a otro se pueden admirar formaciones de roca, el vuelo de aves de rapiña en espera de alimento y a dos diferentes especies de cocodrilos tomando el sol.
Se trata del Cañón del Sumidero, uno de los lugares obligados para quien visita Chiapas y busca un poco de aventura y contacto con la naturaleza.
A nivel nacional este segmento del mercado turístico deja una derrama mayor a los mil millones de pesos al año y en éste participan 470 empresas. En el caso de Chiapas, para 2006 se tiene previsto ejercer un presupuesto, sólo para ecoturismo y turismo de aventura, de 3 millones de pesos que será destinado a la construcción de infraestructura y promoción de los destinos más atractivos para los visitantes. Durante 2005 los turistas dejaron a la entidad una derrama económica de 3 mil millones de pesos.
Las construcciones naturales de paredes de roca del Cañón del Sumidero que resguardan la corriente del río Grijalva, que nace en Guatemala y desemboca en las aguas del río La Venta, son el atractivo que en el 2005 atrajeron a cerca de 200 mil visitantes, según datos de la Secretaría de Turismo local, que fueron transportados en lanchas de la Sociedad Cooperativa Nandambua, que mantiene a 16 familias de la región que viven de la transportación de turistas en unidades que tienen la capacidad de llevar de 10 a 12 personas que pagan 70 pesos por cada recorrido.
Icono
El sitio es un símbolo de transición en la historia de Chiapas. Según narraciones de los lugareños, fue ahí donde el jefe de los chiapanecos tomó la decisión de arrojarse de la pared más alta antes que caer a manos de los españoles. Es por eso que en el escudo de armas del estado se incluye la imagen que simula la entrada al cañón.
Hasta 1960, cuando ocho chiapanecos que formaron el grupo denominado Pañuelo Rojo, las aguas del Cañón del Sumidero eran intransitables. Fue hasta 1980 con la construcción de la central hidroeléctrica Chicoasén cuando las aguas al aumentar 200 metros disminuyeron su velocidad. Actualmente tiene una longitud a lo ancho que va de 30 a 200 metros por entre 20 y 80 metros de profundidad.
Justo a la mitad del recorrido se encuentra el parque ecológico del Cañón del Sumidero, el cual está dividido en tres etapas. En la primera se encuentran el restaurante, la tienda de recuerdos y los servicios para el uso del visitante. La segunda está destinada a la conciencia y educación ecológica. Ahí los turistas pueden estar en contacto con 170 diferentes especies de árboles y con algunos ejemplares de animales originarios del lugar, tales como: tigres, pumas, monos araña y tucanes.
La zona de aventura, el tercer sendero del parque, es para los más intrépidos y para los que gustan de realizar caminata. Son dos kilómetros y medio, que si no se quiere caminar se pueden disfrutar a caballo, mismos que finalizan en el inicio de una tirolesa de 850 metros de longitud, dividida en cuatro etapas por seguridad.