Nuevos horizontes , tras los enigmas de Plutón
La sonda viaja a velocidad récord de 50 mil kilómetros por hora; el encuentro, en 2015
Cabo Cañaveral, 19 de enero. En su afán por avanzar en la investigación sobre el origen del cosmos, la NASA lanzó este jueves la sonda Nuevos horizontes hacia el lejano e inexplorado Plutón, tras recibir con éxito a su similar Stardust, que luego de siete años de viaje regresó a la Tierra con una preciosa muestra de polvo de estrellas y de cometas.
La agencia espacial estadunidense envió el cohete que transporta la sonda Nuevos horizontes, luego de dos días de postergaciones debido a inclemencias del tiempo y problemas técnicos.
La sonda se separó del cohete Atlas V-551 como estaba previsto, 42 minutos después del lanzamiento desde Cabo Cañaveral (Florida, sudeste).
Tras separarse del cohete lanzador, Nuevos horizontes se aleja de la Tierra a una velocidad récord de 50 mil kilómetros por hora, casi 50 veces la velocidad del sonido.
De 454 kilogramos de peso y el tamaño de un piano de cola, la sonda, dotada de siete instrumentos científicos, debe llegar cerca de Plutón a mediados de 2015, tras un viaje de 4 mil 800 millones de kilómetros.
Si el lanzamiento se hubiera efectuado después del 27 de enero, el viaje de la sonda se habría alargado algunos años, debido a que necesita aproximarse en febrero de 2007 a la órbita de Júpiter, para aprovechar la fuerza de gravedad, después de lo cual podrá viajar a 75 mil 600 kilómetros por hora.
Los científicos de la misión explicaron que es absolutamente necesario que la sonda llegue a Plutón antes de 2020. Después de esa fecha el planeta se encontrará demasiado lejos del Sol, lo que transformará su atmósfera en hielo y nieve.
El noveno planeta del sistema solar, el más pequeño y alejado del Sol, es aún un enigma 75 años después de su descubrimiento, ya que nunca ha sido explorado por una sonda espacial.
"Nuevos horizontes irá adonde nunca se ha llegado, a la frontera de la ciencia planetaria", se entusiasmó Hal Waver, responsable científico de la misión, que tiene un costo de 700 millones de dólares.
Si todo resulta con éxito, la sonda volverá a la Tierra en otros nueve años, con información sobre la atmósfera y geología de Plutón, fotografías del planeta y de su luna Caronte, y del cinturón de Kuiper.
Esa exploración -afirma la comunidad astronómica- es una de las principales prioridades de la conquista espacial para intentar avanzar en la comprensión de los orígenes del sistema solar, surgido hace 4 mil 500 millones de años.
Con ese mismo objetivo fue lanzada hace siete años la sonda Stardust, cuya cápsula regresó el domingo a la Tierra, luego de recorrer 4 mil 630 millones de kilómetros, más de 10 mil veces la distancia de la Tierra a la Luna.
Su meta fue recoger polvo de estrellas y de cometas, una carta preciosa que puede ofrecer información física y química sobre la formación de los planetas que, sin embargo, podría guardarse en una cucharita de café.
Las muestras fueron llevadas a un laboratorio especial donde serán analizadas, algo que podría tomar a los científicos 10 años de estudios: es como si se intentara encontrar 45 hormigas en una cancha de futbol examinando 1.6 millones de cuadrados de tierra de 5 centímetros cuadrados, resumió un investigador.