Usted está aquí: viernes 20 de enero de 2006 Sociedad y Justicia Grave desabasto de antirretrovirales en Sonora, Morelos y Guerrero

Derechohabientes del IMSS en el DF esperaron 6 meses para recibir los medicamentos

Grave desabasto de antirretrovirales en Sonora, Morelos y Guerrero

Capitalinos contagiados con VIH temen que la carencia se repita en unas semanas más

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Luego de seis meses de desabasto de medicamentos antirretrovirales, los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) contagiados con el VIH-sida que están adscritos al hospital Gabriel Mancera pudieron surtir sus recetas ayer, aunque para ello tuvieron que formarse durante casi una hora en la farmacia.

Los derechohabientes comentaron que persiste la carencia de un fármaco (AZT), "pero al menos nos dieron el resto", señalaron, y recordaron que en los meses pasados fue imposible tener los tratamientos completos. Sin embargo, advirtieron que se mantendrán alerta porque el hospital recibió los antirretrovirales el miércoles en la tarde, "vamos a ver cuánto tiempo duran".

El problema del desabasto continúa en otros estados, como Sonora, Morelos y Guerrero, denunciaron la agrupación Derechohabientes que viven con VIH-sida del IMSS y el Comité Técnico de Observación y Vigilancia Ciudadana (Mexsida).

Comentaron que en Sonora los faltantes se han reportado desde hace un año y medio e inclusive la coordinadora de la Delegación de Atención y Orientación al Derechohabiente, Magdalena Beltrán, tiene conocimiento de la problemática, pero lejos de resolverla o al menos contestar las demandas de los pacientes, se niega a recibirlos. En esa entidad faltan al menos ocho tipos de medicamentos.

En Morelos, los seropositivos han padecido el desabasto de cinco fármacos desde noviembre de 2005; mientras en Guerrero los funcionarios del IMSS han dicho a los pacientes que "no hay presupuesto y no tienen fondos para comprar" los medicamentos. En ese estado son 11 los antirretrovirales faltantes.

Denuncias ante la CNDH

Las organizaciones civiles señalaron que a partir de las quejas que han presentado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los directivos de algunas clínicas del Seguro Social han optado por realizar compras emergentes para surtir las recetas de los pacientes que se quejan por el desabasto, pero al resto de los enfermos no se les da ninguna solución.

Respecto al Distrito Federal, específicamente la delegación sur, los activistas comentaron que el pasado 12 de diciembre el jefe de Prestaciones Médicas, Humberto Badillo, se comprometió a resolver el problema a más tardar a finales de diciembre, lo cual apenas ocurrió sino ayer en el hospital Gabriel Mancera.

En la clínica 8 y el hospital general de zona número 30 el desabasto de antirretrovirales continúa.

Las organizaciones civiles subrayaron que al no tener sus terapias, los seropositivos ponen en riesgo su calidad y esperanza de vida. Ayer mismo, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH-sida (Censida) informó que los pacientes que reciben tratamiento antirretroviral consiguen de cinco a ocho años de sobrevida y que desde 1997, año en que los derechohabientes de las instituciones de seguridad social tuvieron acceso a las medicinas, se ha reducido la mortalidad en los hombres de 25 a 34 años de edad, quienes conforman el grupo más afectado por la epidemia.

Durante 2005, más de cuatro mil 500 personas murieron a causa del VIH-sida y de acuerdo con las cifras oficiales, alrededor de 30 mil personas en México tienen acceso a las terapias con antirretrovirales. Está demostrado, enfatizó Censida, que de seguir el tratamiento adecuadamente, aumenta la calidad y cantidad de vida de los pacientes.

Los científicos también han comprobado que la suspensión de las terapias genera la resistencia del virus de la inmunodeficiencia humana, lo que obliga al cambio de los tratamientos con el consiguiente aumento en los costos y el riesgo para la salud y la vida de los enfermos.

 
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