El año pasado el Camef atendió sólo a dos menores en Matamoros: Grupo Beta
Inoperante, centro de apoyo a niños migrantes
Matamoros, Tamps., 19 de enero. Mientras niños migrantes piden limosna o se trabajan como limpiavidrios, en las cercanías de los cruces internacionales de Matamoros, las instalaciones del Centro de Atención al Menor Fronterizo (Camef), en cuya ampliación se invirtieron 5 millones de pesos, están vacías, y sus directivos no llevan a cabo programas en beneficio de ese sector desprotegido.
El Grupo Beta de Protección al Migrante en esta localidad fronteriza reportó que el año pasado sólo dos menores repatriados ingresaron al Camef para su atención, y en lo que va de 2006 el instituto no ha organizado brigadas u operativos para retirar de la vía pública a los niños, quienes permanecen en camellones y duermen donde los alcanza la noche.
Tal es el caso de Ramiro, oriundo de San Luis Potosí y de 14 años de edad, quien se gana unos pesos pidiendo limosna en el puente internacional Los Tomates, uno de los principales accesos a suelo estadunidense. "Mi papá trabaja en el otro puente cargando las bolsas de las personas que van a comprar mandado allá. Los acompaña hasta la pesera y yo me quedo aquí a limpiar vidrios", cuenta.
Sólo de esa forma puede ganarse la vida este adolescente, quien hace un año dejó su casa en Matehuala, San Luis Potosí, en busca de un futuro mejor, que se vio truncado cuando la Patrulla Fronteriza lo deportó junto con su padre.
Ajeno a la realidad que Ramiro y otros menores viven en la calle, donde están expuestos al consumo de drogas y a la explotación laboral y sexual, el personal del Camef se involucra lo menos posible en los problemas de los niños migrantes.
"Actualmente no se brinda atención a ningún menor. Estamos solas porque la directora (Yolanda de la Garza) no está. La verdad es que pasa mucho tiempo en el otro lado porque tiene cosas que ver en el consulado", comenta Nayeli Hernández, trabajadora social del centro.
El instituto representa un oneroso gasto para la administración municipal que encabeza Baltazar Hinojosa Ochoa, pues en mantenimiento y nómina del personal se gastan un millón de pesos al mes.
En ese centro se invirtieron 5 millones de pesos para la ampliación de sus instalaciones, obras que, según el regidor panista César Augusto Rendón, "no eran necesarias, pues el inmueble se encuentra en muy buen estado. Sólo fue capricho de la presidenta del DIF, Marcela Ronquillo", dijo.
De acuerdo con Rendón, el Camef y otros centros asistenciales del DIF están sujetos a lo dispuesto por Ronquillo, a quien acusó de incluir en su nómina de colaboradores a esposas de los funcionarios de la alcaldía de Matamoros, como Yolanda de la Garza, cónyuge del director de planeación y proyectos, José Arnoldo Carillo, y a Leticia Ruedas, esposa del director del taller municipal, Jaime Garza.
Aseguró que al frente del programa Menores en Circunstancias Especialmente Difíciles se encuentra la madre de la presidenta del Sistema DIF y suegra del alcalde Baltazar Hinojosa.