Clausura la policía nacional española un local de la coalición en Pamplona
Continúa apostando por "un escenario de soluciones políticas", asegura Batasuna
Ofrece Eusko Alkartasuna sus sedes para que se realice la reunión prohibida por la justicia
Madrid, 18 de enero. El movimiento independentista radical vasco Batasuna, coalición ilegalizada por considerarla Madrid brazo político de ETA, que enfrenta en estos días una vasta ofensiva judicial en España, afirmó hoy que sigue "apostando por un escenario de soluciones" políticas del conflicto.
El líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, enfrenta varios procedimientos judiciales, pero en lo inmediato se salvó de ir a la cárcel después de que el Tribunal Supremo español anuló su condena a 15 años de prisión por apología del terrorismo. Los jueces del Tribunal Supremo ordenaron que se repita el juicio.
Otra condena pesa sobre Otegi, portavoz de Batasuna, declarada ilegal en 2003 por el Tribunal Supremo. Esta es por "ultraje grave al rey" después de haber calificado el 4 de noviembre de 2005 al jefe del Estado español de "responsable de los torturadores". Cualquier condena que sea superior a dos años de cárcel, tendrá cumplimiento efectivo.
Otegi será nuevamente juzgado por haber saludado en 2001 a los "gudaris (soldados vascos) caídos en la lucha por la autodeterminación", durante el entierro de la activista de ETA Olaia Castresana, muerta cuando manipulaba una bomba.
También por "apología del terrorismo y reunión ilícita", Otegi fue convocado para el 26 de enero a la Audiencia Nacional por el juez Félix Degayón, junto con otros dos dirigentes de Batasuna, Joseba Permach y Joseba Alvarez.
En este caso se trata del acto que Batasuna organizó en noviembre de 2004 en el velódromo de Anoeta, cerca de Bilbao (País Vasco), a pesar de que coalición independentista ya tenía prohibido efectuar cualquier actividad política. Durante ese acto, Batasuna lanzó una propuesta solemne para solucionar el conflicto vasco sólo "a través de medios políticos".
El gobierno vasco, que tiene la obligación de impedir la celebración del congreso de Batasuna, también tiene asuntos con la justicia. El secretario vasco de Interior, Javier Balza, deberá explicarse próximamente ante un juez por haber permitido el acto de Anoeta.
La ofensiva judicial contra Batasuna se reforzó el pasado martes, cuando la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, prolongó la prohibición de todas las actividades políticas de esa formación radical vasca, lo que supone la prohibición de la asamblea nacional que había convocado para el sábado próximo en Barakaldo (País Vasco, norte).
El partido vasco independentista Eusko Alkartasuna afirmó hoy que coincide con Batasuna en el sentido de que debe haber una respuesta de todos partidos independentistas vascos ante la ofensiva contra la formación prohibida, y le ofreció uno de sus espacios para celebrar el congreso.
"Por el momento nuestra decisión es mantener la convocatoria" para el congreso prohibido del día 21, indicó en Bayona (suroeste de Francia) Xabi Larralde, portavoz de Batasuna.
Después de dos años y ocho meses sin atentados mortales de ETA, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) aboga porque Batasuna vuelva a integrar el mapa político democrático y se asocie al proceso de paz.
Otegi calificó este miércoles la decisión de la Audiencia Nacional de "muy grave", pero aseguró que su coalición mantiene "intacta la apuesta por un escenario de soluciones" políticas del conflicto vasco.
Este miércoles, la policía nacional clausuró un local de Batasuna en Pamplona (Navarra, norte), como lo pidió el martes el juez español Fernando Grande Marlaska, cuya decisión también concierne la página web de la organización.
En Francia, representantes de Batasuna pidieron este miércoles la ayuda del PNV (moderado, en el poder en el País Vasco desde 1980) contra la prohibición de su partido "que no contribuye a favorecer una solución de paz para el País Vasco".
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo a ETA una oferta de "diálogo" con la condición de que abandone definitivamente la lucha armada, estimó la semana pasada que la Ley de Partidos, en la cual se basa la prohibición de Batasuna, es "muy restrictiva", en especial en lo referido a los derechos individuales y a la libertad de reunión.