El proyecto dañará flora y fauna de México
Aprueban fondos para revestir el canal Todo Americano
En medio de la demanda que agricultores, empresarios y usuarios del agua del valle de Mexicali, Baja California, han interpuesto contra el Departamento de Estado estadunidense, por la decisión de recubrir el canal Todo Americano, que alimenta los mantos acuíferos de la región fronteriza, el gobierno de California ya autorizó el financiamiento -poco más de 300 millones de dólares- para dicha obra, cuyo comienzo está previsto para julio próximo.
"En ese concepto el gobierno mexicano lo único que ha hecho es dar la información que le han solicitado tanto el gobierno de Baja California como las autoridades judiciales que están participando en el tema. Tocará al juez (estadunidense) determinar si existen bases suficientes para impedir el inicio de la construcción", aseveró recientemente el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien ha expresado la "pertinencia" de esperar el resultado de esa decisión jurídica, pues "eso podría resolver todo sin mayor preocupación".
Sin embargo, especialistas de ambos lados de la frontera han señalado que aun cuando dicha obra se ha pospuesto desde hace muchos años, ahora es muy probable que proceda. Lo último fue la aprobación del financiamiento por el gobierno de California y el condado de Valle Imperial.
Cabe destacar que el conflicto se da en una de las regiones de nuestro país que padece graves problemas de agua, como contaminación y salinización de los acuíferos, así como la falta de disponibilidad y una de las menores captaciones pluviales.
El proyecto de las autoridades estadunidenses consiste en construir un canal revestido de 37 kilómetros de longitud, paralelo al trazo actual del canal Todo Americano. Como actualmente no dispone de ningún tipo de revestimiento, se produce una filtración subterránea que beneficia los mantos freáticos ubicados del lado mexicano, con un volumen de aproximadamente 80 millones de metros cúbicos al año, agua que es considerada de la mejor calidad al noroeste del valle. El nuevo canal costaría unos 300 millones de dólares.
El Consejo de Desarrollo Económico de Mexicali, organización civil que encabeza la demanda ante una corte federal, en una solicitud plantea que los mexicanos tienen derecho al agua producto de las filtraciones del canal, que recargan los mantos acuíferos de la zona. La obra, a cargo de la empresa californiana Parsons, empezaría en julio próximo y concluiría en cuatro años.
Los efectos inmediatos de la obra incluyen la reducción de 12 por ciento de la recarga del acuífero y la afectación de mil 200 hectáreas de superficie agrícola, además de un incremento general en los niveles de salinidad del acuífero. Entre los impactos ambientales destaca el daño a 6 mil 200 hectáreas de humedales en la Mesa de Andrade, que se alimentan de las filtraciones del canal; la destrucción del hábitat de 12 aves incluidas en leyes de protección a la fauna de México y Estados Unidos, y la erosión paulatina de 29 mil hectáreas de tierras en el valle de Mexicali.
El canal Todo Americano nace en la presa Imperial, que retiene aguas del río Colorado y se encuentra a aproximadamente 32 kilómetros al noreste de Yuma, Arizona. Tiene una extensión de 132 kilómetros en territorio estadunidense, un desnivel de 53 metros, una anchura de entre 46 y 61 metros y una profundidad de entre 2 y 6 metros.
La decisión del gobierno estadunidense de revestir el canal se ha tomado prácticamente de manera unilateral, limitándose, desde 1976, a comunicar su intención al gobierno mexicano, pero sin tomar en cuenta la opinión de su contraparte, la cual considera tener derechos sobre el agua subterránea derivada del actual canal.
Esto a pesar de que el Acta 242, firmada en 1973, establece el compromiso de ambos gobiernos de consultarse antes de tomar cualquier decisión relacionada con las aguas del río Colorado que los afecte.