Un basurero al aire, ubicado en Guatemala, contribuye al deterioro: funcionario
El río Suchiate, en su peor etapa por la contaminación de las aguas
Suchiate, Chis., 15 de enero. Paso obligado para llegar a México desde Centroamérica, el río Suchiate vive una de sus peores etapas de contaminación, misma que se acrecentó con el paso del huracán Stan, y ha provocado infecciones entre los cientos de pobladores, quienes usan las aguas de esta corriente.
A 100 días del paso del meteoro, el azolvamiento del río se incrementó y las tomas de aguas de este municipio quedaron casi taponadas.
La presión ha hecho que los drenajes comiencen a reventar y las aguas negras buscan salida al lecho pluvial.
Rigoberto Aquino Damián, subdirector del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado municipal, señaló que desde principios de diciembre pasado se solicitó a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento desazolve el afluente, "porque nuestro sistema de agua utilizaba la corriente del río, y ahora ésta no existe; por el contrario, está llenando cada vez más de basura su lecho, contaminándose y provocando otros problemas".
Además, los vecinos de Guatemala contribuyeron a la contaminación del río Suchiate al crear recientemente, a raíz de los daños causados por Stan, un enorme basurero público al aire libre en las márgenes, donde escurren sus aguas negras sobre las del afluente.
Se supo que hubo ya una comunicación telefónica de forma no oficial entre el ayuntamiento de Suchiate y su contraparte guatemalteca para hacerle ver el grave daño que ocasiona el tiradero; sin embargo, las autoridades de aquel país hicieron caso omiso.
Clara Luz Villegas de León, habitante de la colonia El Carmen, quien desde el paso del huracán carece de agua en su vivienda y acude al río a lavar ropa, trastos y hasta su aseo personal, alertó sobre las enfermedades que provoca la contaminación provoca en la piel.
"Claro que nos enferma tanta mugre y basura que ahora hay. Nos salen unas ronchas feas que picaban mucho, pero ya encontramos la forma de controlar eso: al regresar a casa llevamos una cubeta con agua y le echamos cloro, y con esa agua nos damos una refregada en todo el cuerpo y lo dejamos que se seque solo, así ya no sale ninguna roncha ni nos pica el cuerpo", explicó.
Situación similar viven las más de 500 familias que habitan las colonias San Antonio, UPI, Salomón González Blanco I y II, Belisario Domínguez, Paraíso, Eustorgio Quevedo, y otras que resultaron afectadas por el paso de huracán Stan.
Los colonos esperan respuesta de las autoridades estatales y federales, conscientes de que el problema está fuera de las manos del ayuntamiento, el cual los sigue dotando de agua para consumo, esto último necesario ante lo extremoso del calor en esa región del país.
En tanto, las autoridades de Suchiate comenzaron trabajos a marchas forzadas y sin las herramientas necesarias, para intentar mitigar en algo la contaminación de las aguas.
Sin embargo, los esfuerzos que las autoridades mexicanas realizan son casi infructuosos, pues las alcantarillas de varias colonias han comenzado a explotar, arrojando a las calles las aguas pestilentes del río Suchiate, por lo que ahora los colonos también tienen que soportar los olores de las aguas sucias, que afectan su salud.