En Brasil, 1.4 millones de abortos al año

Sao Paulo, 14 de enero. Todas las semanas en el Hospital das Clínicas de Sao Paulo, el centro médico público más grande de Brasil, las mujeres son ingresadas en la sala de emergencias con hemorragias vaginales.

La mayoría de ellas son adolescentes o tienen poco más de 20 años y viven en fabelas. Algunas dicen no saber qué les causó la hemorragia. Otras cuentan historias de problemas con su menstruación.

Casi ninguna reconoce la verdad: con miedo a ser entregadas a las autoridades de un país donde el aborto es ilegal, no acceden a admitir que interrumpieron sus embarazos mediante la introducción en sus vaginas de una medicación para la úlcera que se consigue en el mercado negro.

Si bien en Brasil es ilegal excepto circunstancias especiales, el país tiene uno de los más altos índices de aborto del tercer mundo. El Ministerio de Salud estimó que 31 por ciento de los embarazos termina en abortos. Eso da unos 1.4 millones de casos al año, mayormente clandestinos.

En Holanda, un país con leyes sobre el aborto más liberales, sólo 10 por ciento de las concepciones termina en aborto.