Abren Clínica de Depresión Posparto
En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se instaló la primera Clínica de Depresión Posparto de América Latina, padecimiento que afecta entre 15 y 20 por ciento de mujeres.
La nueva unidad, que se ubica en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, retoma el modelo de la Clínica Massada, de Australia, institución privada que cobra mil dólares por día de internamiento y tiene una lista de espera de un mes. En algunas universidades de Estados Unidos también hay clínicas de este tipo, informó la sicóloga Lilia Arranz Lara, promotora del servicio que proporcionará el ISSSTE.
La especialista explicó que la depresión posparto es la persistencia de síntomas de irritabilidad, ansiedad, sentimiento de abandono, soledad y rechazo al bebé, cuatro meses y hasta un año después del nacimiento. Es un problema que puede complicarse y volverse crónico. No debe confundirse, dijo, con el episodio depresivo corporal, que ocurre con el reajuste hormonal después del nacimiento del bebé y el cual se supera en no más de un mes.
La importancia de abordar y tratar la depresión posparto es porque, según investigaciones, se ha demostrado que está asociada con problemas de salud mental en infantes y adolescentes, como hiperactividad, menor capacidad intelectual, problemas de conducta escolar y depresión infantil y juvenil, debido a que los niños sufren descuido y maltrato.
En una primera etapa, la clínica ofrecerá consulta externa en el servicio de Salud Materno Fetal y, posteriormente, abrirá áreas de internamiento para casos graves o severos.
Entre los objetivos del proyecto está el desarrollo de sistemas de detección oportuna y tratamientos eficaces, así como difundir información que permita a las mujeres detectar oportunamente la enfermedad y solicitar apoyo.
Arranz Lara planteó que las afectadas por la depresión posparto experimentan sentimientos de culpabilidad, porque se sienten incapaces de hacerse cargo de sus hijos. Además no soportan a sus bebés, lo que socialmente se confunde con descuido deliberado.