Familia de Alfredo Stroessner busca regresar a Paraguay
Buenos Aires, 14 de enero. La familia de Alfredo Stroessner está en campaña para regresar a Paraguay e intenta obtener una autorización judicial para entrar al país por "razones humanitarias" para visitar a Eligia Mora, esposa del hombre que impuso una larga dictadura (1954-1989).
Eligia, de 95 años, se quedó en Paraguay cuando su esposo se exilió en Brasil en 1989, tras ser derrocado en febrero de ese año por un golpe liderado por el fallecido general Andrés Rodríguez y el general Lino Oviedo.
Desde Brasilia, el ex coronel Gustavo Stroessner Mora, hijo del dictador y prófugo de la justicia paraguaya, se comprometió a pagar una fianza de un millón de dólares a un juez para mantener "libertad ambulatoria" si regresa a Paraguay, lo que en principio le fue concedido. Eso originó apelaciones judiciales y protestas del Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura.
Pero la familia quiere volver y un nieto del dictador, a quien llaman Goli, aspira a la presidencia. Goli se cambió el nombre porque cree ser "la rencarnación" del abuelo. Su nombre era Gustavo Alfredo Domínguez Stroessner y ahora es Alfredo Stroessner Domínguez.
Ha fungido como testaferro del ex dictador, ha logrado resguardar los millonarios bienes de su abuelo y evadir las indemnizaciones solicitadas por las víctimas de la dictadura.
Es una cortina de humo
Varios sectores han denunciado que la campaña para el retorno de Stroessner es una cortina de humo que esconde el intento de "la familia" de regresar al poder. Asimismo, el avance del nieto del ex dictador provoca serias disputas en el gobernante Partido Colorado, como se conoce a la Asociación Nacional Republicana, bajo cuyo amparo gobernó el stroessnerismo.
En febrero próximo serán las elecciones internas de ese partido, en las que se participan Osvaldo Domínguez y el actual mandatario Nicanor Duarte Frutos, quien se opone a los privilegios jurídicos de la familia Stroessner.
En el contexto de la campaña por el regreso de Stroessner, su hija Olivia aseguró a una radio de Paraguay que su padre no es culpable de lo sucedido durante la pasada dictadura, porque ésta fue una imposición de Estados Unidos que exigía la represión del comunismo.
Negó que su padre diera órdenes para matar, y en referencia a los prisioneros políticos de la dictadura reiteró: "estoy diciendo (que) fue una imposición".
Confirmó que altos funcionarios de Estados Unidos le habían asegurando que su padre no iba a ser acusado de corrupción, porque no había ninguna causa.
Una asociación de jóvenes en favor de la democracia se dirigió hace unas horas a la opinión pública advirtiendo que hay un grupo de colorados "que siente nostalgia por el dictador Stroessner y ve en el nieto del fascista la rencarnación de éste y su mejor remplazo"·
Esto sucede porque "Paraguay es un país estratégico en la región, pues cuenta con las mayores reservas acuíferas y energéticas. Además tiene una frontera común con Argentina y Brasil, donde Estados Unidos pretende instalar una base militar", señaló la asociación.