Representantes de la comunidad cultural reprueban el aislacionismo de Bush
Con sus reproches, EU enrarece más la relación bilateral: PRI
Hipócrita, la justificación del muro: ONG
Esperaríamos puentes, no barreras: Encinas
Representantes de sectores políticos, civiles y religiosos criticaron la justificación del muro fronterizo por motivos de seguridad nacional que hizo la víspera el embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza.
La Iglesia católica reiteró su rechazo a esa barrera. La medida, consideró, sería "irresponsable e inútil". El rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy Ponce, incluso expresó: cada año "he mandado a Juan Diego y a la virgen de Guadalupe hasta Nueva York sin papeles; pasan y se quedan trabajando".
El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Mariano Palacios Alcocer, recomendó a su vez que debe campear la serenidad en las relaciones con Estados Unidos, y aconsejó al gobierno mexicano que instrumente una política internacional de Estado, la cual permita defender los intereses legítimos de la nación y entablar un diálogo exento de adjetivos.
Organismos no gubernamentales, en tanto, calificaron de actitud "irresponsable e hipócrita" las declaraciones del embajador Antonio Garza. Reclamaron que se siga usando la seguridad nacional como una excusa para violar los derechos humanos de los migrantes y mantener un doble discurso en torno a la política migratoria de Estados Unidos.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, dijo a su vez que no tiene dudas de que el muro que se construye en la frontera ''es para separar dos pueblos, dos naciones, no para enfrentar un problema común, que es el de la migración".
El rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy Ponce, rechazó todas las acciones que separen a los hombres, como el muro que pretende construir el gobierno de Estados Unidos en su frontera sur.
Se trata, dijo, de ''una ignominia, una aberración en un nuevo siglo en el que el mundo es un barrio y los muros deben quedar abajo''.
Luego del anuncio de su ratificación por un periodo más como vicario general y episcopal de Guadalupe, Monroy Ponce señaló que no basta la posición que ha asumido el gobierno de Vicente Fox en la defensa de los inmigrantes mexicanos, porque "tiene que hacer más".
El responsable del templo mariano asumió el compromiso de promover la ''unidad e integración'' para que no haya diferencia de mexicanos, anglosajones y africanos, porque "todos somos hijos de la misma madre".
La directiva del PRI reaccionó ante el endurecimiento de las medidas migratorias por Estados Unidos, al considerar que atenta contra los mexicanos que están buscando el sustento y, además, colaboran con la economía del vecino país del norte.
El instituto político lamentó la misiva del embajador de Estados Unidos, Antonio Garza, porque en vez de generar un clima de cooperación para resolver un asunto común usa el reproche y, por tanto, perjudica la relación bilateral.
A su vez, Isabel García, representante de la Coalición de Derechos Humanos Alianza Indígena Sin Fronteras, afirmó que el gobierno de George W. Bush miente para que los ciudadanos estadunidenses aprueben medidas que sólo generan más "inseguridad y muerte".
Arizona, indicó, es considerado el laboratorio de la política migratoria de la administración de Bush, ''por eso nos dejó claro que sus acciones en esta materia sólo consisten en incrementar los recursos para adquirir más tecnología y armas, a fin de detener los cruces de migrantes indocumentados".
Resulta absurdo, agregó, que se argumente que la frontera con México puede ser peligrosa por el posible ingreso de terroristas, cuando se insiste reiteradamente que es uno de los puntos "más vigilados y con mayores controles de seguridad".
La investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México, Elaine Levine, hizo referencia a la xenofobia de aquel país. Es, agregó, "una especie de esquizofrenia", porque por un lado quieren a los migrantes por su fuerza de trabajo, pero por el otro no desean tenerlos como vecinos y personas que lleven una vida cotidiana en territorio estadunidense.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, al develar la escultura del monumento al emigrante libanés, dijo ante miembros de esa comunidad: ''Ya quisiéramos que muchos de los migrantes mexicanos encontraran esa reciprocidad, cuando por necesidad tienen que ir a otro país a buscar una mejor forma de vida''.
Más tarde, en entrevista, dijo sobre las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, que es evidente que el muro ''es para separar dos pueblos, dos naciones, no para enfrentar un problema común, que es el de la migración".
El esfuerzo que tienen que hacer los gobiernos de ambos países en esta materia, señaló, no es levantar muros, sino tender puentes.
Durante el acto, al que asistió el embajador de Líbano en México, Nouhad Mahmoud, el presidente del consejo directivo del Centro Libanés, Carlos Matuk Kanan, recordó una frase de Antonio Trabulse: ''El emigrante no es un extraño, sino un habitante que nació en otra habitación de la misma casa''.
Gabriel León Zaragoza, Claudia Herrera, Emir Olivares, Laura Poy y Angel Bolaños
* Absurdo, afirmar que en México se prepara la destrucción de esa nación, apunta Monsiváis
ARTURO JIMENEZ Y ANGEL VARGAS
Integrantes de la comunidad artística y cultural mexicana desaprobaron la intención del gobierno de Estados Unidos de construir un muro en la frontera con México, y mostraron su desacuerdo con la percepción del embajador de ese país aquí, Antonio Garza, para quien ese proyecto está plenamente justificado desde la perspectiva ideológica y legal estadunidense.
Al calificar el plan de "chantaje", "muestra de miedo" del vecino país del norte e idea "agresiva, enfermiza, aislacionista, peligrosa y carcelaria", artistas y escritores destacaron la paradoja de Estados Unidos de querer frenar un flujo humano vital para la existencia misma de su sociedad.
''La paradoja -dice el escritor Paco Ignacio Taibo II- es que ellos generaron esta situación. O sea, necesitan de mano de obra barata, y en la medida que la necesitan construyen los atractivos para ella. Sin esta mano de obra la sociedad estadunidense no podría existir como hoy la conocemos.
''Quítales a los jardineros, a los que llenan de agua las albercas en Los Angeles, a los trabajadores de los muebles y el calzado en Chicago, a los pepenadores de las cosechas en prácticamente todo el país, y esa sociedad se desmorona.''
Para el escritor Carlos Monsiváis, ''tanto el proyecto del muro como las declaraciones del embajador Garza me resultan, sin criterio nacionalista de por medio, ofensivas y difamatorias.
''El derecho de Estados Unidos a proteger su territorio no le permite, ni legal ni legítimamente, señalar que desde México se preparan 'riesgos letales del terrorismo y el crimen internacional', y tampoco incluye, como señala el gobernador de California, la noción absolutamente calumniosa que considera a la frontera de California con México 'zona de alto riesgo de potenciales ataques terroristas'.
"Es por lo menos absurdo -abundó Monsiváis- afirmar que en México se prepara la destrucción de Estados Unidos. El 'alto riesgo' se le está adjudicando a la nación. La política del buen vecino se transforma en la política contra el vecino peligroso, sin pruebas y sin razonamientos más allá de los ataques de pánico. Esto, desde el punto de vista de la relación bilateral, se aproxima a la declaración de barda fría.''
El embajador Garza, subrayó Monsiváis, "declara 'engañosa e intelectualmente deshonesta, y además ofensa personal', el equiparamiento del muro fronterizo que el gobierno estadunidense pretende construir y lo que fue el muro de Berlín. Y añade que el muro de Berlín fue construido por un gobierno autoritario para mantener confinado a un pueblo.
''Luego se contradice y señala que no es un esfuerzo para cerrar la frontera ni se trata exclusivamente de levantar una barda. 'Nadie sugiere levantar un muro de 2 mil millas en la frontera'. Entonces, el embajador Garza está hablando de un muro simbólico o de un muro selectivo, lo que, en efecto, sería una propuesta para confinar al pueblo estadunidense y no al mexicano."
Humor involuntario
La escritora Elena Poniatowska expreso que se trata de "una barbaridad'' que si ya se destruyó el Muro de Berlín ahora se quiera construir ''un muro en la frontera más larga del mundo, cuando antes los mexicanos pasaban de un lado a otro con la mayor facilidad".
A la actriz y dramaturga Jesusa Rodríguez le pareció increíble que Garza sostenga que es una ofensa comparar el muro fronterizo con el de Berlín, porque aquello lo hizo un gobierno autoritario. ''¿Y entonces el de Bush? Eso es de risa, como de chiste. No se puede esperar mucho de este embajador, pero creo que definitivamente la respuesta de él es humor involuntario.''
Para la cantante Lila Downs, de padre estadunidense y madre mexicana, la idea del muro le parece "muy agresiva, cosa que no es nueva, como todos sabemos. En este momento Estados Unidos no está en una posición de seguir haciendo cosas agresivas y eso le va a hacer más daño que bien".
Monsiváis expresó su deseo de que fracase en el Senado de Estados Unidos "el muy insensato" proyecto de muro. "Espero que el país que, según acepta el embajador Garza, necesita del trabajo de los mexicanos, entienda que lo legítimo condiciona lo legal, y que sólo por un criterio racista se declara algo parecido a 'necesitamos que trabajen aquí, pero no entren'".
El autor de A ustedes les consta argumentó: "El embajador admite que los migrantes ilegales simplemente están buscando una mejor forma de vida. ¿Entonces por qué asociarlos de entrada y con estrépito declarativo al terrorismo y al alto riesgo?
"Proteger a los ciudadanos estadunidenses es tarea que se opone a la necesidad que estos ciudadanos tienen del trabajo de los migrantes de América Latina. No se protege un territorio ignorando una vasta realidad laboral e insultando del modo más penosamente simbólico a una sociedad que, probadamente, no es el caos armado que amenaza a la nación, cuyo muro la convertiría en gueto", indicó.
Reivindicar un derecho
Para Paco Ignacio Taibo II "la idea del muro es enfermiza, aislacionista, encerradora. Es una idea peligrosa, carcelaria. Nunca me gustó el Muro de Berlín, yo estoy en favor del libre tráfico, no reconozco fronteras". El autor de La lejanía del tesoro agregó:
"En último caso, los mexicanos que cruzan podrían reivindicar sin ningún problema que están cruzando hacia territorio mexicano ilegalmente usurpado en la guerra de 1847. Con decir: 'mire, yo voy a la parte de México que ustedes le robaron en el 47', estaría plenamente justificado su paso.
"Pero más allá de eso, esta idea de sociedad cercada que los estadunidenses se están imponiendo a sí mismos es peligrosa. Es la pinche isla de Robinson Crusoe, pero con alambre de púas; es el gran campo de concentración, y dañino para ellos, no sólo para los que quedamos fuera, del otro lado del muro. Hay que ver por dónde se va el asunto. Lo hacen para que no entremos, y se van a quedar encerrados", señaló.
A Poniatowska le da tristeza que el gobierno de México no pueda retener a los mexicanos, quienes migran por hambre. "El problema es que Fox no ha hecho nada para resolver este asunto gravísimo. Y en segundo lugar, los mexicanos siempre han ido a Estados Unidos, siempre han sido la mano de obra de ese país, por lo menos desde hace cien años", comentó.
La autora de Hasta no verte Jesús mío añadió: "Quizá Estados Unidos tiene miedo porque nosotros, mediante tácticas migratorias, estamos recuperando los territorios perdidos (en el siglo XIX). Porque finalmente toda la frontera se está volviendo latina".
Quizá por todo lo anterior Jesusa Rodríguez propone hacer un "muro de huacales" alrededor de la embajada estadunidense. "Es lo mínimo que podría hacer el pueblo de México. Cualquier muro, cualquier frontera, es una cosa completamente estúpida.
"Ese muro es más bien un chantaje. Es como el que dice me voy a suicidar, pero por ello mismo no lo hará. Estos más bien están diciendo: les vamos a impedir el paso, porque se están curando en salud. Los gringos están haciendo el ridículo de su vida planteando este muro, porque al final de cuentas los que están encerrados dentro del muro son ellos", concluyó.