Las pastas quedan como el plato favorito de las familias por la crisis económica
La carne de vacuno deja de ser el principal alimento de los argentinos
Según una encuesta, los tallarines lideran las preferencias y los bifes están en quinto
Buenos Aires, 11 de enero. Al mito de que los argentinos se alimentan con bifes de carne vacuna día y noche se lo llevaron las dificultades económicas y son los accesibles tallarines los que más llenan sus platos cotidianamente, según una encuesta difundida este miércoles.
Los tallarines lideran las preferencias de la dieta de los argentinos (78 por ciento), mientras los bifes están relegados al quinto lugar (63 por ciento), aunque la carne vacuna aparece en el segundo escalón mediante la más económica milanesa, (74 por ciento), señaló el sondeo realizado por la consultora LatinPanel a tres mil familias del país durante 2005.
La ensalada de verduras (74 por ciento) y el arroz (63 por ciento) también superan al bife, tan argentino como el tango, pero inaccesible para el consumo habitual en los hogares más humildes.
"De esos datos se puede deducir que la población prefiere alimentos sobre la base de proteínas e hidratos de carbono simples. Alimentarse no es lo mismo que comer, ya que para estar bien nutridos la alimentación debe tener en cuenta la cantidad de alimentos consumidos, su calidad, su equilibrio y adecuación a gustos, hábitos y acceso de la población", dijo la nutricionista Silvia Juárez, de la privada Universidad Austral.
Sin embargo, Argentina sigue encabezando la lista mundial de consumo de carne vacuna, con un promedio anual de 68 kilos por persona, señaló el Instituto de Promoción de Carne Vacuna (IPCV).
Una encuesta encargada por el IPCV indicó que casi 30 por ciento de los argentinos comen carne todos los días, mientras 32 por ciento lo hacen entre tres y cuatro veces por semana. En promedio, los argentinos comen carne 17 días por mes.
Aunque los argentinos no dejan de consumir carne vacuna, eligen los cortes más baratos, como los que se usan para la milanesa, y mucho menos los famosos bifes, debido a que la apertura de varios mercados en el exterior encareció el producto a nivel doméstico, superando el alto promedio anual de inflación de 12.3 por ciento en 2005, el mayor desvelo del presidente Néstor Kirchner.
Ello no implica que sus habitantes hayan dejado el hábito del popular asado, carne vacuna y embutidos (achuras), la excusa de reunión familiar o con amigos los fines de semana.
Tal es la costumbre, que el consumo de pescado figura en último lugar (cinco por ciento) de las preferencias de la dieta semanal de los argentinos, según la encuesta de LatinPanel, publicada este miércoles por el diario porteño La Nación.
En cambio, la avalancha de turistas extranjeros que alberga Buenos Aires, una corriente beneficiada por el cambio favorable, se lanza a restaurantes y parrillas de la capital del país para devorar los cortes de carne más caros, como el bife de chorizo o el lomo.