Fue elegida como uno de los intérpretes del milenio
Murió Birgit Nilsson, figura estelar del canto wagneriano
Con su papel de Isolda, la soprano conquistó celebridad
Sus restos fueron inhumados en su ciudad natal
Estocolmo, 11 de enero. La soprano sueca Birgit Nilsson, considerada una de las mejores intérpretes del siglo XX de las óperas de Wagner, falleció a los 87 años y sus restos fueron inhumados este miércoles en su ciudad natal de Vaestra Karup, al sur de Suecia.
El deceso de la soprano se difundió con motivo de sus exequias y entre las reacciones de pesar, Menno Feenstra, director de la Opera Real de Estocolmo, dijo que con el deceso se ''termina una era del canto wagneriano".
La legendaria cantante murió la semana pasada y sus funerales fueron realizados en privado para evitar la excesiva afluencia de admiradores que querrían darle el último adiós.
Leif Pagrotsky, ministro de Cultura expresó: ''Era una de los artistas suecos más conocidos fuera de nuestras fronteras. Suecia obtuvo mucha representación gracias a Birgit Nilsson".
''Era increíblemente auténtica y sencilla", recordó Anders Wallgren, jefe del Salón de la Opera Real de Estocolmo. ''Cuando ensayaba -continuó- vibraba toda la ópera, porque era una emoción tremenda la que llenaba el aire. El público hacía fila por días. Era un ambiente fantástico que nunca más se podrá vivir."
Kjerstin Dellert, cantante de ópera, rememoró los años cuando comenzó su amistad con Nilsson y aseguró que ''ella y Jussi Björling fueron escogidos como los mejores cantantes del milenio y en verdad lo eran".
Abundó: ''La recuerdo en los papeles de Brunilda e Isolda, pero para mí es la mayor Salomé del mundo. Fue grande en todo el orbe".
En Viena, agregó Dellert, era un diosa. ''En Suecia nunca llegaremos a comprender cuán grandes nuestras cantantes llegan a ser en el mundo; lo que hizo de ella una gran persona fue su humildad y sencillez".
Intérprete en ''templos mundiales''
Nilsson debutó en 1946 en el papel de Agata en la ópera de Bruno Weil Weber, Der Freischütz, y después cantó en ''templos" mundiales de la ópera como el Covent Garden de Londres, La Scala de Milán y el Metropolitan Opera House de Nueva York.
El papel que la hizo célebre fue el de Isolda, en la obra de Richard Wagner, Tristán e Isolda, con la que triunfó en La Scala en 1956 y que le valió un puesto entre las mejores intérpretes del compositor alemán del siglo XX. La grabación de la Electra de Richard Strauss, bajo la dirección de Georg Solti, es uno de los grandes clásicos de la ópera mundial.
Nacida el 17 de mayo de 1918, un maestro de la escuela de Vaestra Karup le dijo a Nilsson cuando era niña: ''las hijas de los campesinos no se convierten en cantantes, pequeña Birgit".
Nilsson hizo su última aparición en público en 1984 y publicó una autobiografía titulada La Nilsson, en 1995.