Más de 15 mil visitantes al mes
El Museo Franz Mayer, que tiene como propósito fundamental el disfrute y el aprendizaje, recibe alrededor de 16 mil visitantes por mes.
Julieta Giménez Cacho, directora general adjunta del sitio, señaló que el número de espectadores del espacio se ha incrementado desde hace cuatro años debido a las exposiciones temporales.
En 2005 se presentó la muestra de World Press Photo, la cual registró más de 36 mil visitantes durante el pasado septiembre, mientras que en la exposición Cien sillas, cien años, sobre el uso y la evolución de este mueble a lo largo del siglo pasado, 60 por ciento del público fueron jóvenes estudiantes de diseño.
Giménez Cacho indicó que las exposiciones permanentes de artes decorativas son visitadas generalmente por historiadores e investigadores, aunque aclaró que también hay jóvenes estudiantes interesados en el mobiliario, la plata, la cerámica y el vidrio de los siglos XVI al XIX.
''La afluencia al museo ha cambiado de manera interesante, porque algunos de los visitantes prefieren las temporales y otros las permanentes", explicó.
Agregó que las personas que visitan las exposiciones temporales suelen regresar al museo para conocer la colección de artes decorativas.
Como alberga diversos objetos representativos del Virreinato, el Franz Mayer se ha convertido en un espacio importante para el patrimonio cultural, pues ofrece otras posibilidades de aproximación como alternativa a la visita tradicional.
Actualmente el museo es un lugar vivo y abierto que permite al público establecer una comunicación con las obras mediante conferencias y talleres, además de las visitas guiadas.
Con motivo de la muestra Cien sillas, cien años, expresó Giménez Cacho, algunos profesores asistieron al recinto para impartir clases sobre la historia y diseño de la silla.
Mediante actividades paralelas a las exposiciones se insiste en la idea de una relación con el arte desde los sentidos, pues el público debe gozar su visita al museo.
Debido a que la mejor publicidad para una exposición es la que corre de boca en boca, algunas personas que vieron la muestra Centro Histórico. Las casas expresaron sus comentarios a La Jornada.
''Desde hace tiempo me gusta entrar a las casas viejas, aunque hay veces que me han corrido. Me gusta mucho el Centro Histórico, pero me pesa en el alma que es un muladar y nadie puede hacer nada para que se vayan los vendedores ambulantes.
''Siempre entro a los edificios viejos, me encanta ver las construcciones, luego hasta me pongo a platicar con las personas de ahí", señaló María Luisa Pérez.
Juan Manuel Morales comentó que ''es una exposición bella, porque da una idea clara de cómo era antes la ciudad de México; vemos las casas y comparamos cómo están ahora; también da gusto ver que el Centro Histórico, con la remodelación, está quedando muy bien''.
''Es muy importante la exposición porque permite ver muchos edificios que ya desaparecieron en la ciudad", dijo la señora Rincón.
Josefina Salas, quien cursa la preparatoria, expresó: ''Me gustó la exposición porque al ver las fotografías, uno va imaginando cómo se vivía antes; además, la información de las cédulas te ayuda para conocer qué era lo más importante en las construcciones de ese tiempo".
Fabiola Palapa Quijas