Así lo establece el acuerdo con los partidos, señala el consejero del IEDF saliente
Huchim: todos los precandidatos están obligados a informar sobre sus gastos
Recomienda a su sucesor ejercer todos los días la autonomía del órgano electoral
Todos los aspirantes a ocupar un puesto de elección popular en el segundo semestre de 2006, tienen la obligación de informar y explicar a la sociedad el origen y monto de los recursos que están utilizando en sus precampañas; ninguno puede escudarse en el pretexto de que el dinero no proviene del erario o que no emplea el logotipo de un partido, advirtió el consejero electoral Eduardo Huchim May.
Con base en el acuerdo aprobado por el Consejo General del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y ratificado por el Tribunal Electoral capitalino, el aún presidente de la Comisión de Fiscalización agregó: "la señora Beatriz Paredes debe explicar de dónde ha salido el dinero de su precampaña, sea del doctor Simi, que es vox populi, o no".
Tras desmenuzar el citado acuerdo, el consejero electoral pregunta: "¿Cuál es el problema?, ¿qué ocultan ella (Paredes) o Demetrio Sodi? ¿Por qué no quieren informar al respecto? ¿O vamos a creer esa vieja conseja de: 'no puedo decir que el empresario tal me dio dinero, porque lo pueden agredir fiscalmente'? Eso ya no ocurre. Ahora, si se trata de aportantes que incurren en elusión o defraudación fiscal, es otra cosa, y tampoco puede admitirse".
A unos días de que deje el cargo de consejero electoral, Huchim May advierte que el nuevo Consejo General del IEDF, que encabezará Isidro Cisneros, deberá hacer valer ese acuerdo. "No es cuestión de sancionar, porque no hay límites vigentes. Aquí lo importante será que la ciudadanía conozca de dónde vienen los dineros que los aspirantes de todos los partidos utilizaron en sus precampañas".
Puntualiza que de no ser así se corre el riesgo de que Paredes, Sodi o Marcelo Ebrard queden en la impunidad al no informar cuánto gastaron, en especial los dos primeros, quienes escudándose en el argumento de que buscan construir una candidatura ciudadana han desplegado anuncios espectaculares y pagado anuncios en radio y televisión sin tener un control.
Frágil, la equidad
En entrevista, Eduardo Huchim señala que el tema debería ser del interés de todos, incluso de los propios partidos, porque "es fácil que en esta tierra de nadie, en que se convierten frecuentemente las precampañas, se rompa en pedazos la equidad".
En alusión a los mensajes de televisión y radio, gallardetes, carteles y anuncios espectaculares, entre otros, que los precandidatos a puestos de elección popular han comenzado a transmitir, colocar y pegar por toda la ciudad, el consejero reflexiona: "¿deben ganar los que más dinero gasten, sin importar si tienen o no un programa definido de gobierno? Es algo que se debe pensar muy seriamente, y normarlo".
A lo largo de los poco más de siete años que ocupó el cargo de consejero electoral, su labor como presidente de la Comisión de Fiscalización fue cuestionada en más de una ocasión. "He sido etiquetado de muchas maneras. Cuando investigamos el rebase del tope de campaña de los candidatos del PAN a la jefatura de Gobierno en 2000, Santiago Creel, y a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, Fernando Aboitiz, en 2003, dijeron que era antipanista y properredista.
"Eso cambió al determinar que Agustín Barrios Gómez, candidato del PRD a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo en 2003, también había excedido el tope. Entonces se dio el fuego cruzado, y para unos fui propanista y para otros antiperredista".
Para Huchim May las críticas son comprensibles, aunque no por ello dejan de ser "muy injustas".
Al ver hacia atrás, el polémico consejero asegura que a lo largo de estos años logró blindar a la Comisión de Fiscalización para que las críticas no influyeran al momento de elaborar los dictámenes. "Mi labor fue imparcial, y por ello me voy satisfecho".
A los ataques que en más de una ocasión recibió de diputados locales y líderes de partidos políticos, revira: "aunque declarativamente hablan de que quieren la imparcialidad de los órganos electorales, en realidad buscan su complicidad, y ésta no la tuvieron en la Comisión de Fiscalización".
Agrega que en los partidos políticos hay el deseo oculto de que los órganos electorales sean "una suerte de servicio electoral", cuya función se limite a la organización de la elección nada más. "Después, que los consejeros se queden callados, que no opinen ni los fiscalicen".
Por ello, Huchim May recomienda a los integrantes del Consejo General entrante tener en cuenta que para ser un órgano autónomo no es suficiente que lo diga la ley; "es necesario ejercer esa autonomía día a día en todos los rubros de competencia del Instituto Electoral del Distrito Federal".