Arruinan las coreografías y no saben cantar en portugués, argumentan
Escuelas de samba en Brasil excluyen a danzantes extranjeros
Los turistas siguen siendo bienvenidos, pero debemos mantener las altas normas del baile, sostienen
Se tomó la decisión por respeto al trabajo de la comunidad local, dicen directivos
Sao Paulo. Es la fiesta más famosa del mundo y todos quieren formar parte de ella. Pero tres de las principales escuelas de samba de Río de Janeiro han decidido vedar a extranjeros el acceso a sus desfiles de carnaval.
Aunque a muchos grupos de samba el creciente número de turistas que compran boletos para participar en los desfiles competitivos de cada febrero les produce ingresos nada despreciables, otras han llegado a la conclusión de que la aportación de los foráneos les origina un costo que prefieren no pagar.
Los presidentes de las escuelas Río Grande, Unidos do Viradouro y Unidos da Tijuca, que forman parte del "grupo especial" de competidores del carnaval, afirman que tomaron la decisión para mantener las altas normas de la samba. Insistiendo en que no es cuestión de prejuicio, señalan que planean excluir a extranjeros este año porque no hablan portugués y, por tanto, no pueden aprenderse la letra de las canciones. Otros se han quejado de que los turistas arruinan el efecto de las danzas cuidadosamente coreografiadas porque se paran a tomar fotos y a "formar grupos" entre un paso y otro.
Podrán acudir a los ensayos
Los turistas siguen siendo bienvenidos en los ensayos, que por lo regular están abiertos al público de octubre en adelante, o a comprar boletos para las gradas que se instalan el gran día, pero no podrán comprar los boletos dorados que les permiten ver los desfiles a través de los ojos del danzante.
"Los turistas son muy bienvenidos, pero en cuanto a dejarlos participar tenemos que tomar en cuenta que hay un jurado", explica Guilherme Nobrega, director de Unidos do Viradouro. "Los brasileños saben cantar samba y los extranjeros no. Los jueces lo perciben y se puede arruinar todo un año de trabajo."
Pese a la brevedad del carnaval -el festival dura menos de una semana y los danzantes aparecen durante 80 minutos-, la mayoría de escuelas invierten todo el año en preparativos, en aprender canciones y danzas y crear atuendos que capten la atención de los jueces.
Flavia Lima, vocera de Unidos da Tijuca, expresa que la decisión se tomó en reconocimiento al duro trabajo que realizan los competidores brasileños. "Todos nuestros danzantes pertenecen a la comunidad local", indica.
"En los dos años pasados hemos quedado en segundo lugar y este año queremos ganar. Si no saben portugués es imposible que aprendan las canciones y eso significa perder puntos."
Beija Flor, la escuela de samba que ganó en el carnaval pasado, excluyó a los extranjeros desde hace varios años. Otras han puesto límites al número de boletos que los no brasileños pueden comprar para tomar parte.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya