La autora de Ni reyes ni magos habla de su oficio y pasiones literarias
Rosa Ana Domínguez explora en una novela los claroscuros de la infancia
El relato debe despertar sensaciones, aversiones o afinidades en el lector, indica
Deplora que en México los escritores deban convertirse en vendedores de sus obras
Cuando un escritor ''confecciona" una novela y llega el momento en el cual es ''tragado" por su narración y todo a su alrededor desaparece, comienza la verdadera literatura.
Así lo señala la escritora Rosa Ana Domínguez (DF, 1958). Y agrega que durante ese instante casi irreal ''es cuando se tienen las mejores imágenes y se plantean las mejores acciones de los personajes; cuando se sabe que el lector se transportará, con el autor, a mirar lo que miran los personajes, a sentir lo mismo que los protagonistas del relato".
La autora de la novela Ni reyes, ni magos: las posibilidades del odio (Editorial conTexto), en la cual explora los claroscuros de la infancia, habla con La Jornada de su oficio y pasiones literarias.
La narración se desarrolla en una vieja casona de Mixcoac, a finales de los años 50. El lector presencia la llegada traumática de la sexualidad a la conciencia de una niña de nueve años, Alma, quien narra los sucesos en primera persona.
Ella describe con frescura y malicia las experiencias escolares, los juegos infantiles, los sucesos cotidianos de una familia que ha sido indiferente ante la rivalidad que crece sin control entre Alma y su pequeña hermana. La víspera de la noche de Reyes todo cambia en la vida de los personajes.
Difícil relación filial
Finalista en 1999 del concurso de primera novela de editorial Planeta con el libro Vivir es peligroso, Domínguez señala que en literatura no importa qué tanto tiene que ver la historia con el escritor, sino las sensaciones, aversiones o afinidades que el relato despierta en el lector.
Ni reyes ni magos, agrega, ''es una novela un poco autobiográfica: el recuerdo de la relación difícil que tuve con mi hermana. El contenido real en este relato es sólo una tercera parte y todo lo demás es ficción.
''Aunque al final no toqué de lleno mi historia personal, quería dejar claro hasta dónde pueden llegar las relaciones filiales cuando hay una lucha de poderes y qué tan cruel puede ser la relación entre hermanos cuando los padres no te enseñan a quererlos, cuando no sabes qué tipo de relación debes tener con ellos, si hay que protegerlos o no, o de qué manera dependen de ti. Un creador sólo habla de lo que conoce o de lo que sueña."
Esta novela nació hace 15 años, pero permaneció ''en el cajón" hasta que la autora decidió volverla a trabajar con el fin de dejarla lista para ser publicada.
Sus ocupaciones de madre y esposa no le impiden mantener las mañanas como el espacio intocable que dedica a escribir.
Al respecto, manifiesta: ''En un principio me inventé la historia de que no quería tener hijos, pero mi primer premio literario (Premio Nacional de Traducción Alfonso X, en 1986) lo gané escribiendo sobre mi hijo.
''Fue una gran lección. Entonces comprendí que los hijos son un aliciente y que ser mujer es una gran experiencia, algo muy sabroso en esta época, no un obstáculo para escribir."
Necesidad interior y disciplina
Rosa Ana Domínguez señala que hacer literatura es un oficio que surge de una necesidad interior, que debe estar ligada a la disciplina. Pero deplora que en México los escritores se tengan que convertir además en vendedores de sus obras, pues ''no existen los agentes literarios, como en Europa o Estados Unidos. Y si un autor no tiene un mercado hecho no puede publicar".
Agrega que no escribió Ni reyes ni magos ''para dejarla guardada, pues se trata de una buena novela. Por eso tuve que fundar mi propia editorial, conTexto. ([email protected]).
''Ha sido una gran experiencia. Imparto talleres literarios, es decir, tengo 40 personas, de tres a 70 años, escribiendo, dando frutos.
''He comenzado a editar cuentos para niños, escritos por niños, ilustrados. Este año publicamos el primer libro de poemas. Vamos caminando poco a poco, pero sin quedarnos con los brazos cruzados."
Rosa Ana Domínguez prepara la publicación de su tercera novela, titulada La arquitectura de la violencia.