Usted está aquí: viernes 6 de enero de 2006 Sociedad y Justicia Destruyó Stan ruta hacia EU de indocumentados

Destruyó Stan ruta hacia EU de indocumentados

RODOLFO VILLALBA SANCHEZ CORRESPONSAL

Tapachula, Chis., 5 de enero. El desastre que provocó en esta región el huracán Stan, en octubre, propició un cambio en la ruta de los indocumentados centroamericanos de escasos recursos hacia Estados Unidos. Ante la falta de ferrocarril, ahora tienen que caminar grandes distancias hasta el límite entre Chiapas y Oaxaca, en cuyas zonas rurales se han incrementado los asaltos.

Ante esta situación, priva la desesperación entre los migrantes; tienen miedo, pero el anhelo de arribar a territorio estadunidense no cesa.

Muestra de ello es el lamento del joven guatemalteco Pedro Armando García Villagrán, quien se encuentra varado en Tapachula desde los últimos días de 2005, sin dinero ni apoyo que le permita ya no seguir el camino hacia el norte, sino cuando menos regresar a su tierra natal.

García Villagrán, de 16 años, señaló que ante la falta de dinero para continuar la búsqueda del sueño americano o regresar a Guatemala, no sabe qué camino tomar.

No es un caso aislado. Hay otros, como el del hondureño Oscar Navarro, quien también permanece en la región. Explicó que en los últimos seis años ha cruzado territorio mexicano para llegar a Estados Unidos, tradicionalmente por el ferrocarril desde la frontera sur hacia el vecino país del norte, pero esa ruta "fue destruida por Stan".

El nuevo trayecto para los migrantes de escasos recursos que no pueden pagar otra forma de traslado que no sea el esfuerzo y unos pocos dólares al final del camino, es hoy en día caminar 260 kilómetros, cruzar ríos desde la frontera de Chiapas con Guatemala hasta el municipio de Arriaga, que es donde ahora abordan el tren.

Están conscientes de que es más difícil ahora, porque no hay ferrocarril y "tenemos que burlar a las autoridades y contar con suerte de no ser asaltados por pandilleros o servidores públicos", comentaron.

Indicaron que ésta es la ruta de los indocumentados pobres, pues otros lo hacen de manera más cómoda aunque riesgosa al quedar en manos de polleros que los llevan escondidos en el doble fondo de camiones.

 
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