Brasil: prevé Lula que el PT todavía "sangrará mucho"
Río de Janeiro, 2 de enero. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, admitió ayer que su Partido de los Trabajadores (PT) tendrá aún que "sangrar mucho" antes de recuperar su credibilidad, tras el fuerte desgaste sufrido por el escándalo de corrupción que desde junio de 2005 sacudió a esta organización política.
"El PT cometió un error de una gravedad inmensa. Todos saben que el PT cometió un error que será difícil reparar. El PT sangrará mucho para poder presentarse ante la sociedad una vez más con la credibilidad que conquistó a lo largo de 20 años", dijo Lula en una entrevista difundida anoche por la televisión brasileña.
Lula manifestó su convencimiento de que existe "salvación" para el partido que creó en 1980: "El PT es un partido muy grande. En una familia, cuando alguien comete un error, uno no castiga a toda la familia", aseveró.
Agregó que recibió como "un cuchillazo en la espalda" las acusaciones de corrupción, según las cuales el PT habría utilizado fondos ilegales para financiar campañas políticas y para pagar sobornos a legisladores aliados, y criticó las acusaciones "livianas" lanzadas en su contra.
"Si yo hubiese estado en condiciones de conocer (las irregularidades), ello no habría pasado. Cuando me enteré, todas las medidas que le corresponden al presidente de la República fueron tomadas. Los que deberían ser alejados lo fueron. Los que deberían ser castigados lo fueron. Ahora corresponde a la justicia hacer su parte", señaló.
Respecto de su participación en las elecciones presidenciales de octubre de este año, aseguró que no lo ha decidido, pues "tengo que gobernar Brasil hasta el 31 de diciembre y tengo mucho que hacer".
Por otro lado, uno de los principales organizadores brasileños del Foro Social Mundial de Porto Alegre, Francisco Whitaker, rompió con el PT y expresó su "decepción" por la política de Lula da Silva.
En una carta de ocho páginas divulgada hoy parcialmente por la prensa, Whitaker, de 74 años, dijo que no se afiliará a otro partido, y no precisó si votará de nuevo por Lula en las presidenciales de 2006.
Aun cuando Whitaker no tiene mandato parlamentario, su separación del PT es un golpe para este partido, especialmente por su liderazgo en los movimientos sociales.