Preparan protestas contra propuesta de ley antinmigrante
Nueva York, 2 de enero. Una amplia coalición de grupos de protección de migrantes y otras organizaciones civiles en Estados Unidos se han unido para intentar derrotar la propuesta de ley que, entre otras cosas, pide construir más bardas con México.
La movilización busca que el Senado, que tomará la iniciativa en sus manos en las próximas semanas, elimine las partes más controversiales de la misma, y que el presidente George W. Bush revierta su posición y se pronuncie en contra de ella.
"Queremos que prive el sentido común, que no dejemos que esta tendencia contra la inmigración siga creciendo", dijo a Notimex la vicedirectora de la Coalición de Inmigrantes en Nueva York (NYIC, por sus siglas en inglés), Julie Dinnerstein.
La Cámara de Representantes aprobó el mes pasado una propuesta de ley presentada por el republicano por Wisconsin, James Sensenbrenner, considerada por muchos la más dura contra indocumentados en la historia de Estados Unidos.
"Es draconiana, no hay otra manera de describirla" dijo Dinnerstein, de la NYIC, que agrupa a unas 150 organizaciones
de inmigrantes y refugiados en Nueva York y que trabaja con cientos de grupos más en todo el país.
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Restaurantes del estado de Nueva York, Charles Hunt, señaló que junto con otros grupos empresariales han hecho saber al Congreso y al presidente su postura. "No podemos estar expuestos a una operación como ésta, de revisar el estatus de cada trabajador de la industria; cerrarían miles de establecimientos", dijo Hunt.
La restaurantera, como muchas otras industrias en ésta y otras ciudades del país, depende de la mano de obra que ofrecen inmigrantes, con documentos o sin ellos.
En Washington, la capital del país, y en el estado de California, se organizan ya marchas y protestas para las próximas semanas, para intentar mantener el tema en la atención pública ante la esperada entrada del Senado a escena.
Antes de la adopción de la medida, el líder de Asociación Tepeyac, el jesuita Joel Magallan, fustigó la iniciativa. "No podemos pedir documentos a todo el que ayudamos. No tiene sentido, y eso no debe ser motivo para se nos considere criminales", concluyó.