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INEFICACIA FISCAL |
2
de enero de 2006 |
Las
mejores leyes son las más sencillas de
entender y aplicar. Ya pasó
un mes desde que Hacienda dispuso que la deducción por comprar
combustible sólo es posible si se paga con tarjeta o cheque. El
consumidor sigue cargando con el costo.
El nuevo esquema fiscal de cobro electrónico para deducir el consumo de gasolina y diesel, vigente desde hace un mes, se perfila ya como un perjuicio para los contribuyentes, no sólo por lo tortuoso del procedimiento, sino porque, en los hechos, representa un aumento en el costo del combustible. El sobreprecio dependerá del medio de pago elegido y de la frecuencia con que se utilice, pues al consumidor se le cargará la correspondiente comisión bancaria cada vez que emplee su tarjeta de crédito o débito, expida un cheque o use el monedero electrónico. Además de estos inconvenientes, los recaudadores del fisco tampoco tomaron en cuenta, antes de imponer el nuevo sistema, el tiempo que tomaría a las 7 mil 800 estaciones de servicio del país instalar las terminales punto de venta (equipo lector de tarjetas bancarias) para realizar los cobros electrónicos. De acuerdo con la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), apenas 30 por ciento de las estaciones cuentan con el equipo y al resto les llevará entre seis y siete meses instalarlo, anticipó Cirilo Tapia León, coordinador de la Comisión Fiscal y Hacendaria del organismo. Así, la carrera de obstáculos para el contribuyente comienza con la búsqueda de una estación de servicio capaz de hacer el cobro electrónico y expedir los comprobantes fiscales que llenen los requisitos para deducir de los impuestos la adquisición de combustible, experiencia que en algunas zonas urbanas y rurales puede convertirse en una misión imposible. Encontrada la estación, el consumidor corre el riesgo de que el expendio no admita su tarjeta de crédito o débito, pues las gasolinerías afiliadas a la Onexpo, unas 5 mil 700, no reciben los plásticos emitidos por Visa o Master Card para no absorber las comisiones que cobran los bancos por su uso, a todos los comercios del país que cuentan con terminales de venta. Las comisiones representan entre 0.85 por ciento (tarjeta de débito) y 1.25 por ciento (de crédito) del monto de la operación, pero los afiliados a la Onexpo no las aceptarán a menos que Petróleos Mexicanos les incremente la comisión que reciben por la venta del combustible, advirtió Tapia León, quien admitió que esa posición es "totalmente injusta para el consumidor". "Si aceptamos equivaldría a darles a los bancos casi 30 por ciento de la comisión que recibimos. La solución es que platiquemos los bancos, Hacienda y nosotros, porque queremos proteger al consumidor, pero también nuestra economía, no es posible que nos quiten un centavo más", afirmó. La posición de la Asociación de Bancos de México es que no negociarán nada en grupo con los dueños de gasolinerías. ¿Cheque o monedero? Si usted tampoco quiere absorber la comisión, puede pagar sus compras de combustible en las estaciones de servicio, o adquirir vales intercambiables por gasolina o diesel, con un cheque nominativo. Sin embargo, debe considerar que las gasolinerías lo admitirán "salvo buen cobro" y no le entregarán su combustible o sus vales hasta hacerlo efectivo, así que si elige esta opción procure no hacerlo con el tanque vacío. Recuerde además que los bancos otorgan un muy reducido número de cheques libres de comisión cada mes, por lo que, si excede el límite establecido en su cuenta, deberá también pagar ese cargo. La otra opción es el monedero electrónico. Las estaciones afiliadas a la Onexpo están recibiendo los monederos de Inbursa y Banorte, y de las otras empresas autorizadas por el Servicio de Administración Tributaria: Si vale, Efectivale, Accor Servicios Empresariales y Prestaciones Mexicanas, entre otros, que no le cobran a las gasolinerías, sino al cliente. ASI SE SIMPLIFICAN LOS IMPUESTOS Si
finalmente opta por el monedero, al parecer el mal menor, recuerde
que la institución
emisora debe enviarle estados de cuenta, que
incluyan la siguiente información para poder
deducir la compra de combustible.
Tapia León aseguró que este cobro no es una comisión, sino un cargo por el uso del monedero, y precisó que Inbursa y Banorte cobran 2.60 pesos por cada carga de combustible sin importar el volumen. Sin embargo, ante el desorden imperante, ese sobreprecio ha llegado a ser de 6.50 pesos por carga, monto que en una operación de 100 pesos representa un aumento de 6.7 por ciento, bastante más que la inflación registrada en el último año, y casi dos veces el incremento de 4 por ciento otorgado a los salarios mínimos. El consumidor debe, además, pagar el costo del plástico, que fluctúa entre 11 y 100 pesos y no podrá recargarlo con dinero en efectivo, sino con cheque nominativo, tarjeta de crédito, de débito, de servicios o mediante transferencia electrónica Los empresarios del ramo están tratando también de desarrollar tarjetas propias con la identidad de cada grupo, y algunos como Consorcio Gasolinera Plus, Grupo Gasolinera México, Corpogas Sagas e Hidrosina, que agrupan a unos 500 expendios, cuentan ya con su plástico, que es válido sólo en los establecimientos emisores. "Si los clientes no quieren usar su tarjeta de crédito o de débito, que vengan con nosotros y negociamos el monedero electrónico con Banorte e Inbursa; es autorrecargable en los bancos y en las gasolinerías. No hay montos límite. Nosotros estamos en disposición de negociar con los otros bancos, pero no se han acercado", explicó el empresario § |