Para unos la obra es "complicada", para otros "incompleta"; nadie sale indiferente

Transmitir emociones mediante el color, principal influjo de Rothko en visitantes

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Despertar la curiosidad para que el público visite los museos de la ciudad de México es la intención de quienes dirigen estos espacios. El Museo de Arte Moderno, mediante sus servicios educativos, organiza actividades que faciliten la interacción de los distintos públicos con las exposiciones permanentes y temporales.

Para la muestra El arte de Mark Rothko se realizó una conferencia y se presentó una película sobre la vida del artista abstracto. Las personas que visitaron la exposición el domingo pasado en su mayoría habían acudido a la conferencia o simplemente habían leído algo sobre el pintor.

Sin embargo, quienes por primera vez tuvieron contacto con la obra de Rothko comentaron que les costaba trabajo entender sus pinturas.

Tras concluir la aventura pictórica por el campo de color y las multiformas del exponente del expresionismo abstracto, varios visitantes comentaron a este diario lo que sintieron frente a la obra del autor, quien durante 40 años pintó alrededor de 820 óleos, de los cuales sólo unos 400 fueron abstractos.

María José y Carlos visitaron el museo, y señalaron que acudieron a la ponencia que ofreció Isy Morgensztern en noviembre pasado.

"Vine a la conferencia donde hablaron del simbolismo de su obra y la carga que plasma, pero me cuesta trabajo entenderlo, aunque me gusta mucho el color que tienen las obras. Creo que es un arte muy personal; hay que conocer mucho de la biografía de este hombre para entender las situaciones que describe en las pinturas", señaló María José.

Por su parte, Pamela Reyes comentó que su interés por conocer las pinturas de Rothko surgió cuando se enteró de que es la primera vez que su obra se exhibía en América Latina.

"Teníamos que venir al Museo de Arte Moderno. La curaduría es muy buena y escogieron obras significativas de la vida del pintor", indicó.

A la joven Mariela, las obras de Rothko le transmitieron esperanza, y le impresionó cómo la sencillez de las formas puede resultar a la vez compleja al combinar ciertos colores.

"Es una buena exposición porque nos hace reflexionar sobre la vida", agregó.

Al finalizar el recorrido por la exposición, Enriqueta Díaz señaló: "Me parece muy interesante la obra, sobre todo ver la técnica que utilizó Rothko hacia el final de su vida".

Enriqueta visitó el museo en compañía de su amiga Marcela, quien a su vez expresó: "Siento que faltó mucha obra de Rothko en la cual trabajaba otros colores y vivencias, cuando su vida era más alegre y emotiva. Ese era el objetivo del artista: transmitir emociones con el color. Tiene obras más alegres de rojos y naranjas; esas obras son las que faltan aquí".

Varo y Kahlo, otras opciones del MAM

Pero las personas que visitan el Museo de Arte Moderno no sólo tienen la oportunidad de apreciar las exposiciones temporales; también disfrutan de la colección permanente que se exhibe en las salas Fernando Gamboa y Manuel Alvarez Bravo.

Sin duda, la figura central es Remedios Varo y sus piezas El flautista, La huida y El gato helecho, entre otras. La mayoría de visitantes llegan a la sala Fernando Gamboa en busca del cuadro Las dos fridas, de Frida Kahlo.