Policías sinaloenses custodiaron fiesta de narcos: PGR
Informes de la Procuraduría General de la República (PGR) indican que agentes de la policía municipal de Culiacán, Sinaloa, custodiaban una fiesta realizada en un rancho ganadero, a la que supuestamente asistieron narcotraficantes del cártel de Sinaloa, entre ellos Ismael El Mayo Zambada.
El rancho El Mezquite, sitiado desde la semana pasada por unos 80 efectivos del Ejército Mexicano adscritos a la novena zona militar, es propiedad de Lamberto Verdugo Calderón, quien logró escapar del lugar antes de la llegada de los uniformados.
Según el expediente de la PGR entregado al juzgado cuarto de distrito para solicitar la orden de cateo y revisar el inmueble, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal adscritos a la comunidad de El Salado vigilaron el festejo, que se efectuó el miércoles de la semana pasada.
La dependencia federal identificó a Carlos Arturo Alarcón Duarte, Rodolfo Duarte Sicarios y Amado Prado Bobadilla, de la comandancia de El Salado, quienes iban en las patrullas 0622 y 0606 de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán.
El evento fue amenizado por la banda Ilusión, se repartieron regalos costosos y hubo disparos de armas de fuego. Un pitazo alertó a los invitados de que iban a llegar efectivos militares y decenas de agentes de la Policía Federal Preventiva, quienes mantienen asegurado el inmueble desde ese día.
El expediente en que se basa el Ministerio Público para solicitar la orden de cateo incluye videos y fotografías de armas y vehículos utilizados por el cártel de Sinaloa; además sostiene que El Mezquite podría estar operando como centro de acopio de droga, que narcotraficantes bajan de la sierra.
El estupefaciente es escondido en cajas de camiones de carga, que después son llevadas al mercado de abastos de Culiacán, donde las mezclan con productos que salen hacia el norte del país y Estados Unidos.
Personal del rancho se quejó de malos tratos de los efectivos militares, quienes ingresaron al inmueble sin orden de cateo y provocaron destrozos. La Comisión Estatal de Derechos Humanos recabó testimonios y envió una queja a la CNDH.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán indican que los agentes involucrados en la fiesta ya fueron citados por la contraloría de la corporación.