El músico recibirá el año en el Caribe mexicano con un espectáculo del Buenavista
Nunca quise plegarme al estilo de conducir lo salsero: Amadito Valdés
En una orquesta de son el timbal es el instrumento líder; es el cohesionador de ritmos, expresa
Actuará acompañado de Barbarito Torres y las cantantes Teresa García e Idania Valdés, su hija
La Habana, Cuba, 18 de diciembre. Arsenio Rodríguez lo llevó al son, Roberto Faz lo instaló en una orquesta y Tito Puente lo sacó de la penumbra para conducirlo al primer plano: es el timbal, un instrumento sonero, típicamente cubano, cuyo principal exponente, Amadito Valdés, viaja a México el fin de año con un espectáculo de Buenavista Social Club.
"Yo era un baterista de jazz, después fui un baterista de música cubana y ahora soy un timbalero", dice Amadito a La Jornada, mientras repasa las mixturas musicales de las que ha sido testigo y en parte protagonista.
Parte del elenco de Buenavista recibirá el 2006 en el Caribe mexicano, al iniciarse el año que marca la primera década de ese agrupamiento, que relanzó la música tradicional cubana.
En tres conciertos en la Riviera Maya actuarán Amadito y el laudista Barbarito Torres, dos figuras de Buenavista, con dos invitadas, las cantantes Teresa García Caturla e Idania Valdés y el conjunto Rumba Tere.
Hijo del desaparecido clarinetista del mismo nombre y jazzista en sus orígenes, Amadito ejecutó la batería hasta convertirse en el percusionista del célebre cuarteto Las D'Aida, que en los años 50 nació con voces como las de Elena Burke, Omara Portuondo y Moraima Secada.
Amadito cuenta que el tambor de grandes dimensiones afincado en el piso llegó con el nombre de timbal a la danza y el danzón. El veterano bailador mexicano recordará en México a Consejo Valiente (Acerina) al frente de su orquesta y ejecutando el instrumento que aún conservan las danzoneras de ese país y que casi ha desaparecido en Cuba.
Luego el instrumento brincó a un par de redoblantes, de corte militar, con un atril de madera. En su nueva forma, el timbal se instaló en charangas y orquestas típicas y a partir de ahí evolucionó y llegó a las bandas de jazz en Estados Unidos.
Arsenio Rodríguez, el ciego maravilloso, dice Amadito, revolucionó la dotación sonera cuando colocó tres trompetas, añadió la conga y en una gira a Nueva York metió el timbal. Más tarde Roberto Faz lo instaló en su grupo, como lo hicieron después Benny Moré y la Orquesta Riverside.
Tito Puente y el virtuosismo
"El instrumento se fue colocando, se fue reformando. Ahora, con todas las limitaciones que tiene, es el líder de la percusión cubana". Gracias a El rey, Tito Puente, "aparece en géneros que no son ni latinos, como el rock o el pop", dice Amadito.
"Tito sacó al instrumento de atrás de la orquesta y lo puso adelante. Otros ritmos que estaban bien establecidos lo asimilaron. El timbal está metido hasta en el latin jazz: ya se escapó."
Tito "era un tremendo músico, orquestador, compositor, pianista. Un gran timbalero y creador de un estilo. Al final, debido a la fama, ya se daba al espectáculo y la risa y se volvió más un showman", señala Amadito. "Pero hay que escuchar las cosas viejas, de los años 50, para darse cuenta de que era un innovador. A Tito se le debe que el aparato haya salido del solar. Lo puso adelante."
Amadito fue postulado al Grammy en 2003 por Bajando Gervasio, el primer disco cubano en el que el protagonista es el timbal. "Allí muestro las varias facetas del instrumento. El timbal es el cohesionador de la sección de ritmo, tiene que ir controlando, entrando y saliendo. El instrumento solista de un conjunto de son es el bongó, pero el líder es el timbal."
Reconocimento a su maestría
La maestría del músico cubano tiene ya otros dos reconocimientos relevantes: la clase magistal "¡Suena el timbal, Amadito!", impartida por primera vez en 2002 en México, y el instrumento exclusivo de la fabricante alemana Meinl, modelo Amadito Valdés.
"No es que yo haya incorporado nada. Lo que he creado son unas células muy personales, si a eso se le puede llamar innovar. En los años 70 los muchachos que estudiábamos música no sabíamos qué era un timbal. Aquí volvió gracias a la salsa, a Fania All Stars, a Oscar D'León.
"Pero nunca quise plegarme, no sé si por orgullo profesional, al estilo de conducir lo salsero. Eso a mí me sorprendió: aquí nunca apareció nadie que hiciera un patrón de conducción del timbal en la música cubana, basado en otras cosas que no fueran el patrón de los salseros.
"No hablo de improvisar ni de tocar son, sino de conducir dentro del son, o dentro de cualquier corriente de la música cubana. Por ejemplo, los salseros tienen una forma de tocar la campana, que es lo que hizo que la gente aquí la copiara como con papel carbón. Que no inventaran otra cosa, que dijeran: por ahí todo el mundo."
La diferencia quedó patente, recuerda Amadito, cuando el propio timbalero de Fania All Stars, Micky Marrero, le pidió que mostrara a los salseros cómo tocar el timbal cubano.
En la gira de año nuevo de Buenavista estará una cantante de la joven generación, Idania Valdés, hija de Amadito. Nacida en casa de músicos, estudió la profesión hogareña desde niña, hizo coros en los dos discos recientes de Omara Portuondo y se unió a la orquesta de Ibrahim Ferrer, que ahora dirige El Guajiro Mirabal.
Ibrahim, dice Idania, "era un cantante excepcional, interpretaba lo mismo bolero que son. Trabajar con él ha sido una de las cosas más grandes que he hecho".