Usted está aquí: lunes 19 de diciembre de 2005 Estados Pobladores de una comunidad veracruzana, engañados por Fox

El Presidente ofreció hace 5 meses la introducción de agua potable y pizarrones electrónicos

Pobladores de una comunidad veracruzana, engañados por Fox

Prometió regresar en octubre para supervisar los "avances" en las obras; los habitantes, decepcionados

ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Aar�ano Conchoa, agente municipal de Ayahualulco, muestra una de las chozas que visit�x el 28 de julio, donde les prometi�ras FOTO Andr�T. Morales Foto: Andr�T. Morales

Mixtla de Altamirano, Ver., 18 de diciembre. El 28 de julio pasado, el presidente Vicente Fox Quesada prometió a los habitantes de este municipio que regresaría en tres meses para supervisar los avances que se realizaron en la introducción de agua potable, construcción de una carretera, instalación de clínicas y dotación de pizarrones electrónicos para todas las escuelas.

Mixtla de Altamirano es el tercer municipio con la tasa de marginación más alta del país.

Sin embargo, casi cinco meses después del encuentro, con el desencanto dibujado en el rostro por el incumplimiento de los ofrecimientos del Presidente, los indígenas nahuas siguen esperándolo con "manojos de quejas", pues, aseguran, "no se ha hecho nada de lo prometido".

En este municipio, ubicado en la zona centro de Veracruz, en las estribaciones de la sierra y ex cantón de Zongolica, no hay agua potable; las personas toman el líquido de arroyos localizados a dos horas de distancia.

Las mujeres parturientas continúan muriendo en el trayecto a la clínica más cercana, situada a 50 kilómetros. Si tienen suerte, logran llegar al hospital de Zongolica, luego de tres horas y media de andar "a paso rápido" o dos horas en los camiones que ingresan a la cabecera municipal cuatro veces al día.

No existen escuelas suficientes ni mucho menos las aulas multimedia que prometió Fox. Las autoridades locales calculan que la tercera parte de los habitantes de Mixtla de Altamirano, unos 3 mil indígenas, emigraron y se emplean en labores de albañilería, principalmente, en el Distrito Federal, o radican en Estados Unidos.

"Nada más vinieron a tomarse la foto y a agarrarnos de tontos", expresa con enojo Aarón Cano Choncoa, agente municipal de Ayahualulco, comunidad a la que Vicente Fox y Marta Sahagún, con otros funcionarios, entre ellos Xóchitl Gálvez, Julio Frenk y Santiago Levy, realizaron una visita relámpago hace cinco meses.

¿A qué vino?, la pregunta

Desconfiados por ser engañados por los gobernantes en turno, los pobladores de Mixtla de Altamirano dicen desconocer el objetivo real de la visita del jefe del Ejecutivo a su municipio.

Algunos insisten en que fue para darse un "baño de pueblo indio" y otros ironizan: "A lo mejor el Presidente (Fox) tampoco sabe realmente a lo que vino y fue para él sólo un paseo en la montaña".

Ni siquiera el alcalde, Jacobo Romero Atlahua, logra explicar el motivo de la visita de los funcionarios de primer nivel: "Dos días antes nos llamó Xóchitl Gálvez (responsable de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) para preguntarnos cuánta gente podríamos reunir porque venía el Presidente, que metiéramos la mayor cantidad de cristianos".

El día fijado para la visita del mandatario 6 mil indígenas de la serranía se quedaron esperando en la cabecera municipal, pues de último momento se informó que Vicente Fox únicamente visitaría la comunidad de Ayahualulco, a ocho kilómetros de distancia y con un camino accidentado.

"Pues nos fuimos para allá de volada; nosotros en camionetas y algunos otros caminando por las veredas para alcanzar al Presidente", recuerda.

La urgencia de muchos por llegar al sitio era por la valiosa oportunidad de hacer diversas peticiones al Presidente de México, como fue el caso de Eliseo Hernández, quien a pesar de tener dos meses de haber sido intervenido quirúrgicamente de una hernia logró evadir el cerco del Estado Mayor Presidencial y acercarse a Fox y a su esposa.

"Nos metieron un chorro de soldados y policías, según para protegerlo, pero aun así me colé sin que me golpearan. Le pedí al Presidente que autorizara la construcción de un camino que hemos pedido durante 32 años", relata.

El hombre, de 70 años, único sobreviviente de los que integraron el Comité Pro Construcción del Camino Matlatecoya-Tecolotla, ruta en la que sólo es posible el tránsito a pie o sobre animales de carga, asegura que Vicente Fox y Marta Sahagún le prometieron atender su demanda y "hacer justicia a mi espera".

Agrega: "Creo que me tomaron el pelo como a todos, pero ya ni modo, no voy a vivir mucho y así que la muina tampoco me durará mucho".

Ni agua ni caminos

Acompañados de Xóchitl Gálvez, Julio Frenk, secretario de Salud, y de Santiago Levy, en ese entonces director del Instituto Mexicano del Seguro Social, el mandatario y su esposa estuvieron menos de una hora en Ayahualulco. Además de probar "tacos de quelites" en la choza de la viuda Esperanza Amayo y visitar un manantial cercano, presidieron una breve ceremonia en la que escucharon peticiones de servidores públicos locales y lugareños.

En la loma central del poblado, frente a la pequeña capilla del caserío, Fox hizo un rosario de promesas: desde clínicas y seguro popular para todos los habitantes de Mixtla de Altamirano hasta pizarrones electrónicos alimentados por energía solar. En la reunión, 15 comunidades, incluida la de Ayahualulco, se pronunciaron por dos prioridades: agua potable y la apertura y reparación de caminos.

Cano Conchoa dice que una semana después de la visita de los funcionarios, unos ingenieros que se dijeron enviados por Xóchitl Gálvez "llegaron al poblado para tomar medidas y solicitar firmas para acreditar su presencia en el lugar. Fue lo único que hicieron".

y hasta ahora no han regresado".

 
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