"El gobierno colombiano no acepta la intromisión extranjera", señala comunicado

Rechaza Alvaro Uribe por primera vez declaraciones del embajador de EU

El Plan Colombia no puede ser utilizado por Washington como elemento de presión, afirma

Niega que paramilitares puedan interferir comicios de 2006, como aseguró William Wood

AFP Y DPA

Santafe de Bogotá, 17 de diciembre. El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, rechazó hoy, por primera vez en sus tres años de gobierno, declaraciones del embajador estadunidense William Wood sobre la posibilidad de que paramilitares de extrema derecha interfieran en las elecciones de 2006, al señalar que no acepta "presiones" de nadie.

"El Ejecutivo colombiano no acepta la intromisión de gobiernos extranjeros, así sea de Estados Unidos", señaló la casa presidencial en breve comunicado.

Más todavía, subrayó que "el Plan Colombia -de lucha contra las drogas- no puede ser utilizado por el gobierno de Estados Unidos como elemento de presión sobre nuestro país".

Esto ocasionó que la embajada estadunidense en Bogotá emitiera de inmediato un comunicado aclaratorio, en que aseguró que el embajador William Wood nunca tuvo la intención de interferir en los próximos comicios de Colombia, "sino de apoyar un proceso electoral democrático, libre, abierto y justo".

El diplomático había dicho que "alentaría" al gobierno colombiano a suspender los beneficios jurídicos otorgados a los paramilitares que hayan entregado las armas y traten de intervenir con intimidaciones en el proceso electoral, según las negociaciones de paz con esos grupos.

En una reacción inédita ante constantes cuestionamientos de Wood sobre temas de la negociación de paz con los paramilitares, el mandatario conservador rechazó esta última solicitud tras asentar que "la ley colombiana es clara y contundente en el sentido de que un reinsertado que interfiera el libre ejercicio de la democracia, pierde los beneficios".

Este sábado, también la canciller Carolina Barco había advertido que "esperamos unas aclaraciones" de los estadunidenses.

Las intromisiones del embajador son de vieja data, inclusive desde julio de 2004, cuando Wood calificó de "escándalo" que el jefe paramilitar Salvatore Mancuso hablara ante el Congreso, y criticó que en octubre pasado Colombia condicionara la extradición a Estados Unidos del jefe paramilitar Diego Murillo, acusado de narcotráfico.

Más tarde, Barco declaró que Colombia se daba por "satisfecho" con la aclaración del embajador Wood, con quien se tuvo una conversación al respecto en la cual el incidente "quedó superado".

Añadió que era fundamental que "en esta excelente relación con Estados Unidos el respeto debe ser el punto de partida".

Hasta la fecha, tras el comienzo del proceso de paz con los paramilitares desde 2003, alrededor de 13 mil 600 de sus miembros han entregado sus armas y se han desmovilizado.

El objetivo es lograr que esos grupos desmovilicen a unos 20 mil hombres para antes de febrero próximo.

Colombia es el cuarto receptor mundial de ayuda estadunidense después de Israel, Irak y Egipto, y uno de los principales aliados de Estados Unidos en el continente.

Washington ha entregado a Bogotá desde 2000 unos 3 mil 500 millones de dólares bajo la cobertura del Plan Colombia, de combate contra la insurgencia y el tráfico de drogas.

En otros hechos, se reportó hoy que al menos siete policías murieron, 33 fueron secuestrados y otros ocho resultaron heridos, al igual que cinco civiles lesionados, durante una incursión de un comando conjunto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un caserío rural del municipio de Bagadó, departamento de Chocó.

Asimismo, se atribuyó a las FARC un ataque contra infraestructura eléctrica, que dejó a oscuras zonas de los departamentos de Nariño, Putumayo y Cauca. A su vez, un sujeto causó heridas a cinco personas en una discoteca de Bogotá tras disparar indiscriminadamente contra los asistentes.

Mientras el ELN, que negocia con representantes del gobierno colombiano en Cuba, dijo no descartar la posible inclusión de las FARC en un eventual proceso "colectivo" de conciliación.

De su lado, la familia de la secuestrada ex candidata presidencial Ingrid Betancourt llamó desde París a las FARC a responder positivamente al gobierno y negociar un canje de prisioneros.