Reconocen a Don Polo con el premio Moderniza
Plantean dueños de torterías incursionar en las franquicias
Con una tradición de casi medio siglo en la elaboración de un alimento típico mexicano, el negocio familiar de Tortas Don Polo pretende convertir su marca registrada en una franquicia para comercializar sus 45 especialidades al interior del país pero también en el extranjero.
El fundador del negocio fue Leopoldo Sánchez, originario de Colima y quien al llegar al Distrito Federal en 1956 decidió comenzar a vender tortas en las inmediaciones del Hospital 20 de Noviembre, en la colonia Del Valle, pero con la novedad de que eran calientes.
La tortería creció al paso de los años, lo mismo que la familia y la creación de don Polo se dividió entre los herederos de la tercera generación cuando él falleció en 1981, de tal manera que el local original en la avenida Félix Cuevas lo administra hasta la fecha una de sus hijas. En tanto que los sobrinos de don Polo crearon la primera sucursal en Calzada de las Bombas, casi esquina con Miramontes, en Villa Coapa, bajo el lema de Restaurante Don Polo-Los sobrinos, mismo que ya cuenta con dos locales más en las avenidas Universidad y Pacífico, también dentro de la delegación Coyoacán.
Pero ahora, según expresaron Martha Sánchez y José Antonio Hernández, administradores de Restaurante Don Polo-Los Sobrinos, el objetivo es "expandirnos a nivel nacional para ser la mejor opción en proporcionar productos y servicios alimenticios de gran tradición y sabor mexicano, y valor nutrimental a precios justos y de excelente calidad".
"Si bien hay tortas en todas partes queremos que nuestro producto con sabor y tradición se lleve a todas partes, porque hasta ahora no hay una cadena que nos represente así y que sus tortas sepan igual en Sinaloa que en Puebla, porque aunque por ejemplo Hipocampo ha salido del país, no tienen estándares para que lo que se prepara en un lado tenga el mismo sabor en otro", señaló.
Manifestó que tienen un registro de marca y que las Tortas Don Polo se han distinguido porque además de prepararse calientes, no utilizan mayonesa o crema, sino una cama de frijoles, aguacate y mantequilla derretida en las tapas, y también prescinden del jitomate y lechuga, a pesar de que se han multiplicado las especialidades y combinaciones solicitadas por los clientes a las tradicionales.
Por lo pronto, el negocio fue reconocido hace unos días como modelo de éxito por la Secretaría de Turismo y se le entregó el premio M del Programa de Calidad Moderniza de la micro, pequeña y mediana empresa turística.