Usted está aquí: sábado 17 de diciembre de 2005 Cultura El Cascanueces logró mantener despierto al público infantil

Arrancó la 25 temporada de la puesta a cargo de la Compañía Nacional de Danza

El Cascanueces logró mantener despierto al público infantil

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen La pieza -basada en una historia original del alem�E.T.A. Hoffmann, adaptada por el franc�Alejandro Dumas y llevada al universo de la danza cl�ca por los rusos Marius Petipa y Lev Ivanov- se representa en el Auditorio Nacional hasta el viernes 23 FOTOS Guillermo Sologuren Foto: Guillermo Sologuren

Pese a detalles coreográficos por afinar y a la carencia de tensión narrativa en algunos momentos clave, la fantasía terminó por imponerse y, ayudada por la música de Tchaikovsky, un vestuario y escenografía impresionantes y algunos efectos visuales, la protagonista Clara y el muñeco-príncipe Cascanueces pudieron tener y compartir una Navidad inolvidable.

Este jueves la Compañía Nacional de Danza (CND) enfrentó los últimos pendientes de su temporada 25 de la tradicional puesta El Cascanueces, logró un aforo de casi 50 por ciento del enorme Auditorio Nacional y, sobre todo, consiguió que la mayoría de los más pequeños de entre el público pudieran resistir el sueño hasta las 10:30 de la noche.

Ayudada por un público de familias animadas y generosas en el aplauso, la compañía dirigida por Dariusz Blajer pudo así comenzar a sortear los retos de esta interesante y compleja historia original del alemán E.T.A. Hoffmann, adaptada por el francés Alejandro Dumas y llevada al universo de la danza clásica por los rusos Marius Petipa y Lev Ivanov.

Arboles de Navidad, relojes y sillones que crecían ante la sorpresa de la niña Clara y de los cientos de pequeños y adultos espectadores, una batalla de soldaditos de plomo contra ratones, un Cascanueces que se convertía de muñeco en príncipe, bellos paisajes nevados y palacios donde se ejecutaban danzas españolas, chinas, francesas y rusas fueron esa noche el vehículo de la imaginación.

La historia comienza cuando en una reunión en la casa de la familia de Clara su asombroso padrino Herr Drosselmeyer, fabricante de maravillosos juguetes, pone a bailar a tres muñecos: un arlequín, una colombina y un moro. Después le obsequia a la niña un pequeño muñeco cascanueces.

El asombro se multiplicará cuando Clara se duerma y empiece a soñar. Vendrán entonces otras peripecias en las que aparecerán el Rey de los ratones y sus seguidores, la Reina de las nieves y decenas de bailarinas, Mamá Bombonera y sus seis hijitos, el Hada del país del azúcar y su Caballero.

En los momentos en que estos dos últimos dancen ante Clara y el Cascanueces, solos o en pareja, se extrañará cierta falta de gestualidad y dramatismo, sobre todo en los movimientos más intensos de Tchaikovsky.

Muchos son los niños y adultos que danzan en El Cascanueces, pero entre los primeros bailarines puede mencionarse a Sandra Bárcenas, Laura Morelos, Raúl Fernández, Jaime Vargas, Jorge Vega e Irma Morales, quien celebra 20 años de trayectoria artística.

Entre los créditos de esta puesta de la CND figuran los arreglos coreográficos de Laura Echevarría, Carlos López y Jorge Cano; escenografía, Laura Rode; vestuario, Carlo Demichelis; iluminación, Víctor Flores; efectos especiales, Alejandro Jara y Grupo Profesional de México; música, Orquesta del Teatro de Bellas Artes, con Enrique Patrón de Rueda como director huésped. La temporada durará hasta el viernes 23.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.