Intentan dos veces matar a un comandante de la policía de Tijuana
Asesinan a siete personas en tres estados
Siete personas fueron ejecutadas en horas recientes en Baja California, Chiapas y Sinaloa, entre ellas dos escoltas de un comandante de la Policía Estatal Preventiva (PEP), un ex agente de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y un presunto traficante de indocumentados.
La tarde del jueves, en Tijuana, Baja California, un comando armado atacó la casa de Miguel Carlos Alberto Gómez, comandante operativo de la PEP, a quien le dispararon ráfagas de metralleta desde dos automóviles.
El oficial, cuyo domicilio se ubica en la colonia Francisco Villa de la delegación San Antonio de los Buenos, resultó ileso, repelió la agresión y persiguió a los atacantes, hiriendo a uno de ellos.
Sin embargo, la madrugada de ayer, presuntamente el mismo comando asesinó con ráfagas de rifles AK 47 a Juan Romero Hernández y Jesús Noé Rosa Zúñiga, escoltas de Alberto Gómez, quienes se encontraban afuera del domicilio del oficial.
Ileso, el comandante de la PEP repelió la agresión y persiguió a sus agresores hasta lograr herir de muerte a unos de los sicarios.
En Tapachula, Chiapas, dos desconocidos mataron a balazos este viernes en el interior de una cantina a Jorge Arturo Arroyo Estrada, ex comandante de la AEI, dependiente de la Fiscalía General del Estado, y a Ernesto Rodas Velázquez, presunto traficante de indocumentados
Otros tres sujetos fueron ejecutados a balazos en Culiacán, Sinaloa, entre la noche del jueves y este viernes, en hechos aparentemente relacionados con el narcotráfico.
El Ejército busca a El Mayo Zambada
Efectivos del Ejército Mexicano mantienen sitiado el rancho Los Mezquites, en la zona rural de Culiacán, donde trabajadores de una empresa ganadera supuestamente realizaban una fiesta la noche del jueves
Versiones extraoficiales indican que en el inmueble estuvo Ismael Zambada, El Mayo, jefe del cártel de Sinaloa.
En el lugar, alrededor de 80 efectivos del Ejército y elementos de la Policía Federal Preventiva mantienen un cerco, en espera de que les sea otorgada una orden de cateo por parte de un juzgado federal.