La especialidad, necesaria, dice en entrega de premios
Defiende el titular del INAH la figura de "gestor de patrimonio"
En una ceremonia en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología y con la participación de casi 200 investigaciones en 10 áreas, ayer se entregaron los premios INAH 2004 en arqueología, etnología, antropología, lingüística, museografía y conservación.
Este año se sumó por primera vez el Premio Manuel Gamio en la categoría de gestión del patrimonio cultural. La especialidad de ''gestor del patrimonio cultural'' aún está en estudio, declaró el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luciano Cedillo, quien dijo que se instaurará el año próximo.
El funcionario respondió a pregunta expresa sobre la inconformidad de algunos sectores sindicales, para quienes esa figura no está considerada en los perfiles laborales acordados y avizora lo que han llamado una nueva embestida oficial en contra del patrimonio cultural del país.
"Estamos pensando en impulsar una maestría en gestión de patrimonio cultural. Las tareas de esta gestoría son sumamente importantes dado que nos permiten tener una visión mucho más integral de todo lo que es la problemática de conservación y difusión del patrimonio cultural", dijo Cedillo, y agregó:
"El ámbito de la gestión permite integrar toda esa parte de conocimientos y experiencia, articulada a través de programas, de planeación estratégica, de planes de manejo y operación y, por supuesto, de una administración mucho más adecuada. Es un círculo virtuoso en el que todos esos elementos se tienen que enlazar."
El patrimonio cultural, recordó Cedillo, "es un elemento fundamental en el concepto de nación y, por supuesto, en el desarrollo humano integral". Consideró que la nueva especialidad que se impartiría en la ENAH no entraría en contradicción con derechos laborales porque es un proyecto académico abierto a las diversas disciplinas y no a una en particular. De cualquier modo, dijo, se negocia con sectores sindicales.
Entre los diversos reconocimientos entregados destacan el Alfonso Caso en Arqueología, cuyo rubro de mejor investigación fue obtenido por José Arturo Oliveros por el trabajo hacedores de tumbas en El Opeño, Jacona, Michoacán, y el Premio Fray Bernardino de Sahagún en Etnología y Antropología Social, en el rubro mejor tesis de doctorado, compartido por Francisco José Barriga, con su trabajo Tsik: los números y la numerología entre los mayas, y Blanca Zuanilda Mendoza, con el estudio De la casa del nene al árbol de las placentas. Proceso reproductivo, saberes y transformación cultural entre los triquis de Copala en la Merced.