Pretenden convertirla en un parque de deportes extremos
En suspenso, el proyecto de privatizar La Roqueta
La obra, clausurada por el municipio, recibe recursos federales
Ampliar la imagen Vista de La Roqueta desde las playas de Caleta y Caletilla, en el puerto de Acapulco FOTO Oscar Alvarado Foto: Oscar Alvarado
Acapulco, Gro., 15 de diciembre. La isla de La Roqueta, uno de los últimos espacios públicos de este puerto, podría ser privatizada por una empresa poblana que pretende construir el Parque Extremo Acapulco, un zoológico, así como infraestructura para hospedaje y para juegos.
El proyecto, en el cual se ha detectado un fraude de al menos cuatro millones de pesos que involucra a funcionarios estatales y federales de la Secretaría de Economía, es impulsado por la empresa Aca Extremo La Roqueta, SA de CV, cuyos socios son Joaquín Haces Perdomo, Fidel Enrique Magdalena Junco, Ana Victoria Junco Morante y María Cristina Perdomo Cepeda.
La existencia de la obra se hizo del conocimiento público cuando ya había comenzado con la instalación de pilotes, lo que provocó protestas entre diputados, ecologistas y funcionarios locales. Autoridades municipales clausuraron la obra y un juez federal dio entrada a una demanda de amparo para suspenderla.
Con una extensión de aproximadamente 79 hectáreas, en La Roqueta hay un faro y tres restaurantes que son frecuentados por turistas que salen desde Caletilla en lanchas con fondos de cristal, a través de los cuales se observa una imagen de la virgen de Guadalupe sumergida en el mar.
Allí se ubica también el zoológico de La Roqueta (Acazoo), creado durante el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu. Enjaulados, sin manantiales de agua dulce, los animales pronto perecieron y quedaron sólo cinco perros xolozcuintles, que huyeron hacia la parte selvática de la isla.
Para obtener recursos, los inversionistas lograron un convenio entre la Secretaría de Economía (SE) y el organismo público descentralizado Agroindustrias del Sur (con sede en Iguala e intermediario del Fondo Pyme). Entre las cláusulas destaca una aportación de ocho millones de pesos a partes iguales entre la SE y la iniciativa privada. El convenio fue firmado por el director general de Desarrollo Empresarial y Oportunidades de Negocios de la SE, Francisco José Fernández Rodríguez, y por Pedro de la O Reyes, gerente general de Agroindustrias del Sur.
Para ''demostrar'' que ya había aportado su inversión, Aca Extremo presentó a la delegación de la SE facturas de una compañía que se llama Aprendizaje Atravez (sic) de la Lectura.
El proyecto incluye una planta de tratamiento de aguas residuales con una inversión de 315 mil 970 pesos; un módulo central de tienda y baños, de 994 mil 896 pesos; una plaza de acceso, 304 mil 290 pesos; una terraza y un muro de contención para la cafetería, 243 mil 432 pesos; una cafetería-bar, 125 mil 685 pesos; una oficina, 185 mil 220 pesos, la rehabilitación de la casa de máquinas, 182 mil 574 pesos, y seis cabañas, 912 mil 870 pesos. Estas erogaciones suman 3 millones 464 mil 937 pesos; el IVA asciende a 519 mil 740 pesos con 55 centavos, para un total de 3 millones 984 mil 677.55 pesos.
Según esas notas, la empresa cobró casi 4 millones de pesos por trabajos que nunca hizo en la isla, como andadores, muros de contención y jardineras. Según el presidente de la Asociación Ecológica Subacuática y uno de los opositores al proyecto, Ramiro Gómez Pardillo, la empresa simuló la inversión para recibir del gobierno federal otros cuatro millones de pesos. ''Un negocio redondo sin invertir nada".
El proyecto tiene el apoyo del delegado de la SE, Marcos Efrén Parra Gómez, quien el 25 de abril dio por buenas las facturas de la empresa. En esa fecha Aca Extremo recibió una cotización firmada por la arquitecta Claudia González Aguirre, gerente de Proyectos de la firma Terra Domun SA de CV, con domicilio en Morelos 17, colonia San Jerónimo Lídice, en el Distrito Federal.
''Si el proyecto va a costar menos de 4 millones de pesos, según los presupuestos presentados a las autoridades, ¿por qué va a recibir 8 millones, 4 del Fondo Pyme y 4 de la iniciativa privada?'', pregunta Gómez Pardillo.
Los socios de Aca Extremo La Roqueta también solicitaron a la Secretaría de Marina permiso para remodelar el Acazoo. La dependencia se los otorgó el 25 de febrero de 2004, en un oficio dirigido a Fidel Enrique Magdalena Junco. Sin embargo, este permiso es ilícito porque Marina no es propietaria ni concesionaria del predio, sino sólo de su custodia, explicó Gómez Pardillo.
Además, al menos dos autorizaciones expedidas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no están firmadas por sus titulares, sino por subordinados. Una es la que autoriza a la Armada de México operar una unidad de manejo ambiental para la conservación de vida silvestre (UMA) y otro el que informa a Magdalena Junco que la construcción de 20 tirolesas no requiere manifestación de impacto ambiental.
El 25 de octubre de 2004 la Armada autorizó a Fidel Magdalena Junco a remodelar el Acazoo. El 27 de enero de 2005 la Dirección General de Vida Silvestre de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental otorgó a la Secretaría de Marina el registro para el establecimiento de la UMA.
La UMA se llama Eco-Park y la vigencia de la autorización es indefinida. También le informó que ''queda cancelado el registro otorgado a Acazoo el 23 de agosto de 1993''. Este documento tampoco está firmado por el titular del área, sino por un subordinado. Coincidentemente, por estas fechas los promotores del proyecto ya lo tenían listo y sólo esperaban la autorización de la UMA para poner manos a la obra.
Contra el proyecto también se han manifestado Jorge Briseño Hinojosa, subsecretario de Turismo del estado; Robin Sidney, dirigente de la Asociación Pro Defensa de la isla de La Roqueta, y Dulce María Gómez Velasco, del Frente de Rescate del Acapulco Tradicional.