Es un mensaje antiabuso al mundo: senador John McCain, autor de la enmienda
Cede Bush y acepta propuesta de ley que prohíbe aplicar torturas a sospechosos
El revés presidencial puso fin a negociación de meses entre el Ejecutivo y el Legislativo
Ampliar la imagen El presidente Bush y el senador republicano por Arizona, John McCain, dialogan con reporteros en la Oficina Oval de la Casa Blanca FOTO Ap Foto: Ap
Washington, 15 de diciembre. En un revés contra su guerra antiterrorista, el presidente George W. Bush debió aceptar hoy una propuesta de ley que explícitamente prohíbe aplicar torturas a individuos sospechosos de atentar en contra de objetivos estadunidenses, lo que puso fin a una negociación de varios meses entre el Ejecutivo y el Legislativo, en que la Casa Blanca intentó excluir de la legislación a miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y trató de suavizar "el lenguaje" de la iniciativa.
El mandatario tuvo que ceder incluso ante sus correligionarios republicanos en el Senado y en la Cámara de Representantes, que aprobaron el miércoles anterior una modificación a la ley de gastos militares para el año fiscal 2006, con el propósito de señalar que cualquier persona "bajo custodia" del gobierno de Estados Unidos no debe recibir "castigos o tratos crueles, inhumanos y degradantes".
Tras reunirse hoy con Bush en la Casa Blanca, el acuerdo fue dado a conocer por el senador republicano por Arizona, John McCain, autor de la enmienda.
El legislador, veterano de la guerra de Vietnam y ex prisionero en la nación asiática, habló en conferencia de prensa junto con Bush, que durante las negociaciones con el Legislativo amenazó con vetar la ley.
De acuerdo con McCain, con esta legislación "enviamos un mensaje al mundo en el sentido de que Estados Unidos no es como los terroristas" y "aseguramos que en todas partes se sepa que no practicamos torturas, tratos inhumanos o crueles".
Pero además, agregó, la iniciativa legal "nos ayudaría enormemente a ganar los corazones y la mente de la gente".
Bush dijo que "compartimos una meta común, que es proteger al pueblo estadunidense y ganar la guerra contra el terror".
Pese a que la legislación hará explícita la prohibición de la tortura, Bush explicó que en la negociación con los legisladores también quedó en claro que la medida también provee "protección para quienes están en el frente de batalla contra los terroristas" y que la presidencia manifestó sus "legítimas preocupaciones" sobre "los derechos de los interrogadores".
Sobre la "protección" a los interrogadores gubernamentales, McCain -experto en temas militares y de seguridad- dijo que el acuerdo entre los dos poderes toma expresiones utilizadas en el Código de Justicia Militar en que se otorga a los interrogadores "consejo legal y ciertas protecciones que una persona razonable puede ver como cumplimiento de órdenes" superiores.
Según McCain, la iniciativa legal estadunidense no entra en contradicción con la decisión tomada en el juicio de Nuremberg -realizado después de la Segunda Guerra Mundial para castigar los crímenes de guerra de los nazis-, que señaló que "obedecer órdenes no es suficiente" justificación.
El revés contra Bush ocurrió al tiempo que fue difundida la acusación del columnista político Robert Novak, en el sentido de que el presidente sabe quién reveló que Valerie Plame -esposa de un diplomático estadunidense crítico de la guerra contra Irak- trabajaba como agente de la CIA, con el fin de dañar a su marido, Joseph Wilson.
La Casa Blanca rechazó por medio de su portavoz, Scott McClellan, que el mandatario conozca esa información.
La aprobación de la iniciativa legal en el Legislativo y el acuerdo con la Casa Blanca ocurrió una semana después de que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, realizó una gira por Europa para responder a las acusaciones de la prensa europea y estadunidense sobre la práctica de torturas en cárceles clandestinas de la CIA en Europa oriental, Asia y Africa y sobre el traslado de presuntos militantes de organizaciones islamitas en aviones fletados por la agencia de espionaje, que hicieron frecuentes escalas en aeropuertos de Alemania, Gran Bretaña y España, entre otros.
En sus entrevistas con dirigentes europeos, Rice reiteró que los agentes gubernamentales no torturan y señaló que la entrega (rendiciones, según la terminología estadunidense) de presuntos ejecutores de atentados es una práctica arraigada en las relaciones con Europa.
Insatisfecho con las explicaciones estadunidenses y con el silencio de los gobiernos europeos, el Parlamento Europeo aprobó hoy, en Estrasburgo, la creación de una comisión de investigación sobre las denuncias publicadas en los dos últimos meses.
Los legisladores pidieron especialmente determinar la eventual complicidad de ciudadanos de la Unión Europea (UE).
En una nueva denuncia de colaboración entre Washington y miembros de la UE, el diario alemán Sueddeutsche Zeitung informó este jueves que agentes secretos alemanes interrogaron a dos hombres en la base estadunidense de Guantánamo, entre el 21 y el 27 de septiembre de 2002.
Los interrogados fueron Murat Kurnaz, conocido como el "talibán de Bremen" en alusión a su lugar de nacimiento, y Ould Slahi, quien fue acusado por la Agencia Federal de Investigaciones estadunidense de ser miembro de la red Al Qaeda.
En Gran Bretaña, la Cámara de los Comunes pidió por segunda vez al ministro de Relaciones Exteriores, Jack Straw, que explique al cuerpo legislativo el nivel de conocimiento del gobierno de Tony Blair de que en aviones estadunidenses han viajado militantes de agrupaciones islamitas que habrían de ser llevados a países donde la tortura no es práctica prohibida por ley. Los legisladores solicitaron las explicaciones en forma de "preguntas" por escrito.