ABM retirará servicio; gasolineros transfieren cargo
Fallida y tortuosa acción para recaudar más impuestos
Concluido un periodo de ajuste de 15 días, la obligación de los consumidores de pagar con medio electrónico o cheque el abasto de gasolina para poder deducirlo del pago de impuestos, la medida de fiscalización impuesta por el gobierno federal ha mostrado lo impráctico de una acción que pretendió elevar la recaudación de impuestos.
La Asociación de Bancos de México (ABM) anunció este jueves que retirará el servicio de aceptación de tarjetas de crédito a los concesionarios de gasolina que insistan en cargar una comisión al consumidor. Pero la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), que representa los intereses de unos 6 mil 700 establecimientos, insistió en que sus afiliados son libres de seguir cobrando una comisión si no tienen un mayor margen de ganancia para financiar el costo del trámite.
En promedio, un usuario debe pagar ocho pesos por cada vez que pague el suministro de gasolina con medio electrónico, sin importar el monto de la operación: si son apenas unos litros o el tanque lleno.
Todo este enredo, del que es responsable la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por no fijar reglas claras y una operación sencilla de una disposición fiscal con carácter fiscalizador tiene en una situación de práctica indefensión a los consumidores.
Hasta el 30 de noviembre pasado, los consumidores de gasolina podían reclamar de Hacienda y el SAT una devolución de impuestos con la presentación en sus declaraciones fiscales de los recibos y facturas de consumo de gasolina y diesel.
A partir del primero de diciembre pasado entró en vigor la disposición de las autoridades hacendarias y tributarias de que la posibilidad de deducir el consumo de gasolina del pago de impuestos sólo se hará efectivo si el consumidor paga con cheque, tarjeta de crédito, de débito o monedero electrónico (como las tarjetas de teléfono público emitidas por Telmex).
Para hacer posible el pago con medios electrónicos se requiere una terminal punto de venta (TPV), como las que se emplean en tiendas comerciales o restaurantes. Esta terminal tiene un costo, así como su operación para transferir la información con una seguridad razonable, por el contenido de los datos del dueño del plástico.
La ABM confirmó ayer a este diario que el costo por el uso de la TPV no debe ser cargado al consumidor y que los bancos tampoco están dispuestos a hacer un cargo extra en el estado de cuenta de los usuarios.
"La comisión la debe pagar el establecimiento, en este caso la gasolinería, porque es el beneficiado con el pago. Este costo no se debe transmitir al cliente", aseguró la ABM.
Según datos de los banqueros, al menos 3 mil estaciones de suministro de gasolina, alrededor de 40 por ciento del total, ha firmado un contrato en el que la comisión que cobran los bancos por el servicio de procesar el pago y mover el dinero entre las cuentas, la paga el dueño de la gasolinería.