POESIA PARA LLEVAR
Cinco décimas
PERDONARA EL ASIDUO y considerado lector, espero, que, luego de casi cuatro días de fiebre y en cama, no tenga alientos para proseguir con lo que íbamos. Pero la cita está hecha y no pretendo sino que ya puestos los ojos en este espacio no se vaya del todo con la mirada vacía. Reproduzco pues a continuación unas décimas hasta ahora inéditas, que de todos modos, algo -extraña o vagamente- dirán, parece, de lo que diciendo veníamos.
Vida que la vida
Vida que la vida diste
cuándo más vida darás
ya no me castigues más
fue bastante lo que hiciste
en amor me consumiste
y en amor me entregué entero
vida sólo pido y quiero
que me devuelvas la vida
deja que el amor decida
porque el amor es primero
Agua nacida
Agua nacida de dónde,
de dónde esta agua nacida.
Nada más desde la vida,
la vida que aunque se esconde
se nos dice estremecida.
De dónde este manantial,
su sosegado venero,
viene a encender el rosal.
Viene su suave caudal
de lenguaje verdadero.
Remero
Una pena hay en el mar
y es una pena de amor
que se quedó sin cantar
Rema rema remador
rema tu vida es remar
rema y rema aunque el dolor
no te deje respirar
que hay una pena de amor
navegando en alta mar
y no se puede llorar
Rubi
Es un rubí no tallado
cuya extraña perfección
mana sangre de gorrión
de gorrión enamorado
se oye un canto lastimado
se oye un estimable son
nombrando tal desazón
y así un lucero ha brillado
lo mucho que ha batallado
halla su resolución
Decima del don
No cabe enorgullecerse
del don que te ha sido dado
que todo don es sagrado
y el orgullo de temerse
más vale empequeñecerse
y en muy humilde atención
darse a la dedicación
de con la gracia escondida
del don dar y dar la vida
por ella en compensación