Cerca de 100 términos pueden consultarse en la página de Internet de la dependencia
Recopila la Setravi argot de los chafiretes en un diccionario
Conservar estas expresiones como parte del léxico chilango, el objetivo
Invitan a enriquecer el documento
"Pestañitas", forma de llamar a las usuarias; "ganado": pasajeros; "achipil": policía
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Cuando los cafres meten la chancla, pesta�s y bigotitos tiemblan a bordo de las micros FOTO Archivo
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"Mi chafirete, vamos a meter la chancla para quedarnos con el ganado y alcanzar a la polla, pues ya es hora de modular la servilleta", son algunas de las expresiones que todos los días escuchan los pasajeros de microbuses, autobuses y taxis en la ciudad de México y forman parte del primer "diccionario" de términos populares del transporte.
La modernización del sector y el riesgo de "perder" esta forma de comunicación, que se inició alrededor de la década de los 70, cuando aparecieron los denominados "cocodrilos" y cintas como Esquina bajan, condujo a los integrantes del área de Enlace con Medios de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) a reunir cerca de 100 términos, con sus respectivas definiciones.
La labor fue difícil y ardua, debido a que no había tiempo para "entrar de lleno a su búsqueda y luego muchas de las palabras que usan los transportistas son ofensivas o humillantes, y era necesario eliminarlas", explican Eugenio, Mario Alberto y Antonio, quienes se dieron a la tarea de "construirlo" desde hace un año, y están a la espera de que tanto usuarios como concesionarios lo alimenten de ahora en adelante.
"Nuestra intención es que esta forma de expresión prevalezca, como parte del léxico chilango, donde salta la chispa que nos caracteriza para llamar a personas o cosas de maneras distintas, por su parecido con alguna caricatura, animal o personaje, y después burlarnos de ellas, pero en plan de cuates", argumentan.
Versión en la red
Ante la falta de presupuesto para plasmarlo en papel, se acordó con el titular de la dependencia, Francisco Garduño Yáñez, "lanzar esta versión 1.0" en la página de Internet www.setravi.df.gob.mx, donde los interesados accederán a este diccionario pulsando dos veces el icono del "cocodrilo", que es su portada electrónica.
De forma inmediata y por orden alfabético se podrán localizar palabras, como "acarreo", referida a la acción de transportar personas en la unidad; "achipil", que es el nombre con el que los choferes se refieren al agente de tránsito; "antipeperami", para nombrar la alcancía que sirve para depositar el dinero del pasaje, o "barredora", para describir cuando un microbús va recogiendo usuarios sin dejar pasajeros a la unidad que viene detrás.
Los usuarios de este "tradicional" servicio de transporte son denominados "ganado", "gigios", "pestañitas" -cuando se trata de mujeres- o "bigotitos", en referencia a los hombres que abordan la unidad. Mientras el operador recibe el mote de "chafirete" o "cafre" por conducir a exceso de velocidad y violar el reglamento de tránsito, su ayudante es el "cacharpo" o "chalán", y el trabajador de menor "categoría" en cualquier especialidad del gremio es el "estopita". Los concesionarios o administradores son los "cachacuentas".
A ninguno le gustan las "cacharpitas", es decir, las monedas de baja denominación (de 10 o 20 centavos), pero sí el "camarón", dinero que les sirve, muchas de las veces, para agilizar pagos o trámites con el apoyo de un "coyote", quien ofrece sus servicios como intermediario ante la autoridad o un "gestor", que es un "coyote" venido a menos.
Las "charchinas" son también despreciadas por estos trabajadores del volante, pues a nadie le agrada conducir un vehículo viejo y maltrecho, así como los "chiflamuertos" flojos, que no cumplen con su obligación de anunciar la ruta, invitar a los transeúntes a abordar y encontrar el camino más corto para "echar petróleo" a la unidad y evitar que se detenga por la falta de "gasofia" o gasolina.
"Meter la chancla"
De acuerdo con el diccionario del transporte, a todos les disgusta que los "marimbeen", es decir, que les roben el dinero del pasaje colocado en la "marimba" de madera con divisiones para todo tamaño de monedas, que está al frente del conductor; aunque sí "meter la chancla" al acelerador.
Los transportistas juran y perjuran que eso únicamente lo hacen cuando hay una emergencia o ya es hora de "modular la servilleta" o ir a la "ostia", como se conoce a la comida, o huir de "la perrada", como denominan a los inspectores de transporte, que únicamente tratan de "morderlos" para sacar dinero.
Para ellos, los representantes de la ley o policías son los "pitufos", y la novia, amiga o amante es la "polla", quien siempre ocupa el asiento del lado derecho del "chafirete", que algunas de las veces permite a un "postura" o amigo conducir el microbús dentro de su "turno" y "ramal", conocido como recorrido que sigue el conductor de transporte público.
Todos los días piden a su santo preferido, entre los cuales está la Santa Muerte, que sean "tablas" para que ningún lugar esté vacío y logren la "cuenta", que es el pago a entregar al dueño del vehículo, aun con la presencia de "piratas" (vehículos que carecen de concesión o permiso para prestar el servicio y cuyo número va en crecimiento).
Con esta "primera edición", la Setravi confía en tener una nueva en el corto plazo, con la aportación de los prestadores de servicio y usuarios del transporte público concesionado, quienes ya hicieron su primera aportación, al sugerir la incorporación del término "hambreado", referente al microbusero que se lleve el mayor número de "ganado" que encuentre en su camino, sin importar el exceso de velocidad, el reglamento de tránsito y menos la seguridad de los pasajeros.