La obsesión por curar ese mal ha evitado avances en su prevención, afirman científicos
Cambiar ciertos hábitos evitarían 2.5 millones de muertes por cáncer
Tabaquismo, principal factor de riesgo; causa 21% de los decesos por esta enfermedad en el mundo
En 20 años ese padecimiento podría dejar de ser una sentencia de muerte automática, dice experto
Cerca de 2.5 millones de muertes por cáncer en todo el mundo podrían evitarse si las personas cambiaran su régimen de alimentación y ciertos hábitos, afirman médicos.
Nueve factores son la causa de más de un tercio de las 7 millones de muertes anuales por cáncer que podrían evitarse. Reducir el consumo de tabaco y alcohol, e incrementar el de frutas y verduras son los factores más importantes; sin embargo, poco esfuerzo se hace por promover los efectos salvadores de dichas acciones, afirman los investigadores.
Científicos de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda afirman que la obsesión por curar el cáncer ha evitado que se hagan progresos en la guerra para prevenir esta enfermedad, cuya incidencia crece en todo el mundo.
A pesar de que el monitoreo y el tratamiento se muestran cada vez más efectivos en la reducción del número de muertes, sus beneficios están limitados por el costo y la dificultad que representa su acceso en varios países. "Los avances en el tratamiento del cáncer no han resultado tan efectivos como los empleados en combatir otras enfermedades crónicas. La prevención primaria asociada con el estilo de vida y el medio ambiente sigue siendo la principal manera de reducir la carga que representa el cáncer", explican.
Fumar es el factor de riesgo más importante; se estima que ha causado 21 por ciento de las muertes por cáncer en el mundo. A continuación vienen el alcohol y el bajo consumo de frutas y verduras, cada uno con 5 por ciento. Fumar causa sobre todo cáncer de pulmón -70 por ciento de los 1.2 millones de muertes anuales por este mal-, pero también es la causa de ocho tipos más: de boca (42 por ciento), esófago (42), estómago (13), hígado (14), páncreas (22), cérvix (2), vejiga (28) y leucemia (9 por ciento).
El alcohol causa cuatro tipos de cáncer: esófago (26 por ciento de muertes), hígado (25), boca (16), mamario (5 por ciento). Otros factores de riesgo son el sobrepeso y la obesidad, los cuales causan 11 por ciento de las muertes por cáncer de colon y 40 por ciento de las causadas por cáncer uterino.
La inactividad física incrementa el riesgo de cáncer mamario y provoca 10 por ciento de las muertes por esta enfermedad, así como 15 por ciento de las de cáncer de colon. El bajo consumo de frutas y verduras es factor de riesgo de cinco tipos de cáncer: esófago (18 por ciento de muertes), estómago (18), colon (2), pulmonar (11 por ciento).
El sexo inseguro -sin condón- propicia la transmisión del virus del papiloma humano, el cual causa 100 por ciento de los casos de cáncer cervical, enfermedad que afecta de manera importante a los países en desarrollo. El cáncer cérvico uterino causa 234 mil muertes en el mundo, más de 90 por ciento en países de ingresos medios y bajos.
La contaminación del aire en pueblos y ciudades, peor en países en desarrollo, así como el humo de chimeneas y hornillas que utilizan combustible sólido en espacios cerrados con ventilación inadecuada, incrementan el riesgo de cáncer de pulmón.
La práctica frecuente de reutilizar agujas para inyecciones en los países en desarrollo es el conducto para la transmisión de hepatitis y otros virus causantes de cáncer de hígado.
Según el estudio, los nueve factores de riesgo causan tantas muertes por cáncer en hombres como en mujeres.
Majid Ezzati, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, quien dirigió la investigación, dice: "La prevención primaria en el estilo de vida y cambios en el medio ambiente sigue siendo la ruta principal para reducir la carga impuesta por el cáncer en el mundo. Una reducción planeada de exposición a factores conocidos de riesgo, tanto conductuales como ambientales, evitaría una proporción sustancial de muertes por cáncer."
Mal crónico controlable
En la próxima década podría estar disponible un examen de sangre que indique el riesgo que corre un individuo de padecer cáncer, vaticinó el profesor Karol Sikora, del Colegio Imperial de Londres y el hospital Hammersmith, quien también ha predicho que en 20 años el cáncer podría convertirse en una enfermedad crónica, pero controlable.
Lo anterior significaría que la enfermedad podría manejarse mediante tratamiento, más que considerarla una sentencia de muerte automática.
El profesor Sikora dice que la prevención del cáncer podría enfocarse con más seguridad mediante un análisis de sangre que revelara los antecedentes genéticos de una persona e identificara cualquier gen que pudiera incrementar el riesgo de padecer la enfermedad. En una conferencia en Londres, Sikora dijo que con ello más personas podrían motivarse a realizar acciones para prevenir la enfermedad, como dejar de fumar o bajar de peso.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya