Ejecutan en San Quintín a Stanley Tookie Williams
Repudian a Schwarzenegger por no conmutar la pena al candidato al Nobel de la Paz
Ampliar la imagen
El actor Sean Penn fue una de las miles de personas que se reunieron frente a la prisi�e San Quint� a 30 kil�ros de San Francisco, para expresar su repudio a la ejecuci�e Stanley Williams FOTO AP
Foto: AP
San Francisco, 13 de diciembre. El pandillero convertido en apóstol contra la violencia y candidato al Premio Nobel de la Paz, Stanley Tookie Williams, fue ejecutado este martes en la prisión estadunidense de San Quintín, California, luego de 24 años en el corredor de la muerte y tras agotar todo recurso legal.
Williams, condenado a la pena capital en 1981 por la muerte, dos años antes, de cuatro personas en Los Angeles, fue ejecutado con una inyección letal y declarado muerto a las 00:35 locales, informó una portavoz del penal.
Según testigos, no opuso resistencia cuando empleados penitenciarios lo ataban al sillón para aplicarle la solución letal y rechazó que se le administrara un sedante. Según el jefe de guardias de San Quintín, el reo no pronunció últimas palabras ni pidió una última cena.
La ejecución de Williams, fundador de la pandilla angelina The Crips, se atrasó 15 minutos debido a dificultades de los verdugos para encontrar una vena en el brazo, según el relato de periodistas.
Una vez que se comprobó la defunción, allegados de Williams gritaron: "¡California mató a un hombre inocente!". Pero Lora Owens, la madrastra de una de las víctimas, rompió a llorar y declaró que este castigo "había tardado demasiado en llegar".
Unas seis horas antes de la ejecución, la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó una petición de prórroga, última esperanza después de la desestimación de un perdón por parte del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.
Entre los miles de opositores a la pena de muerte que se reunieron desde la noche del lunes frente a la prisión de San Quintín, 30 kilómetros al norte de San Francisco, estaba la cantante Joan Baez, quien calificó la ejecución de "asesinato planeado, eficiente, calculado y a sangre fría".
El reverendo Jesse Jackson afirmó: "Se acabó, pero esto no se acabó", cuando se anunció el deceso.
"No nos vamos a olvidar", declaró la escritora Barbara Becnel, coautora de los libros para niños de Williams, quien presenció la ejecución. "Voy a probar que Stan era inocente y que el gobernador Schwarzenegger es un asesino a sangre fría", agregó.
Williams, de 51 años, siempre clamó por su inocencia. Se convirtió en la cárcel en un activo militante contra la violencia. Escribió varios libros para niños instándolos a no ingresar en las pandillas y por su obra llegó a ser propuesto para el Premio Nobel de la Paz en cinco ocasiones, y en cuatro al de Literatura.
Recibió apoyo de organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, así como de autoridades religiosas y de muchas celebridades.
Schwarzenegger, partidario de la pena de muerte, se negó el lunes a cambiar esa condena por la cadena perpetua, prerrogativa que tiene como gobernador, incluso a pesar de la aparición del testimonio de un ex preso que afirmaba que Williams fue víctima de una maniobra de la policía.
Jackson había dicho a CNN que, con esta postura, el gobernador había elegido "la venganza antes que la redención". Agregó que el condenado "tenía un sentimiento de paz" y no quería "reacciones violentas en las calles". Hasta el cierre de esta edición, no se habían registrado disturbios.
Alrededor de dos tercios de los habitantes de California, según sondeos, respaldan la pena de muerte, pese a la imagen de que es una tierra afín a ideas "liberales de izquierda".
Pero Austria, tierra natal de Schwarzenegger, fue casi unánime al condenar la decisión. Los Verdes (ecologistas, oposición) pidieron que se le retire la nacionalidad, y el canciller federal, Wolfgang Schussel (conservador), dijo "lamentar" la ejecución.
"Alguien que por cálculo político permite la ejecución de una persona que se reinsertó en la sociedad de forma ejemplar se excluye de los valores de la sociedad austriaca", estimó por su parte el responsable en Viena de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, Heinz Patzelt.
En Francia, donde la pena de muerte fue abolida, al igual que en el resto de los países de la Unión Europea, el diputado y ex ministro Jack Lang condenó el acto, que consideró "bárbaro", y calificó a Schwarzenegger de "criminal".