Suscribe Bernardo Bátiz acuerdo para erradicar esa práctica

Revisarán 60 casos de tortura en la PGJDF

MIRNA SERVIN VEGA

Para alcanzar la "tortura cero" en el Distrito Federal, el titular de la Procuraduría General de Justicia capitalina, Bernardo Bátíz, firmó un acuerdo en el que se establecieron los lineamientos de actuación de los agentes del Ministerio Público y los peritos médicos forenses y psicólogos en estos casos.

Con ello se garantiza que se realizará un "dictamen médico sicológico especializado para casos de posible tortura", basado en el Protocolo de Estambul.

Martha Laura Almaraz, fiscal para servidores públicos de la procuraduría capitalina, dijo que de 1999 a la fecha hay 60 investigaciones abiertas por posible tortura, que se volverán a revisar bajo este nuevo esquema.

Por su parte, Margarita Espino, subprocuradora Jurídica y de Derechos Humanos de la PGJDF, quien presentó el acuerdo, dijo que el respeto a la dignidad humana es una prioridad del Gobierno del DF, por lo que en el programa contempló acciones preventivas y correctivas para combatir frontalmente cualquier contravención a las normas que protegen las garantías y los derechos humanos.

El acuerdo tiene como objetivo, explicó, establecer la obligación de los agentes del Ministerio Público investigadores para que, además de las diligencias y peritajes necesarios de las indagatorias de posibles casos de tortura, ordenen la realización del dictamen médico sicológico especializado a la presunta víctima que alegue haber sido objeto de ese delito, previo consentimiento expreso e informando de ésta.

También se prevé la creación de un comité de monitoreo y evaluación del dictamen, con la participación de Bernardo Bátiz, quien lo presidirá, de las subprocuradurías, de los órganos de supervisión y control, de la Fiscalía para Servidores Públicos, de la Coordinación General de Servidores Periciales, de la Jefatura General de la Policía Judicial y de la Dirección General de Derechos Humanos, así como dos integrantes de organismos no gubernamentales, designados a invitación del procurador.

Flagelo añejo

Este comité se reuniría dos veces al año y, como su nombre lo indica, verificará el proceso de aplicación de los dictámenes y emitirá directrices y opiniones, entre otras atribuciones; además publicará un informe anual que dé cuenta del trabajo realizado.

Bernardo Bátiz dijo que antes la tortura parecía la única forma de obtener una confesión, hasta que esto se abolió; sin embargo, dijo, se mantuvo soterrada y continuó a lo largo de la historia.

Agregó que en el DF prácticamente ha desaparecido la tortura, ya que se suprimió la validez de una confesión ante la policía. Explicó que algunas veces la tortura se usa como defensa de algunos acusados, pero eso no impedirá que las autoridades estén alertas para que se haga una investigación profunda.

"Nadie nos garantiza que no esté presente la tentación de llevarla a cabo, y prueba de ello son los acontecimientos internacionales. Ahí está la sombra que puede volver a extenderse", pero la estructura jurídica no puede aceptar de ninguna manera el uso de la tortura, aseguró.