Niega Cuba a cinco esposas de opositores permiso para viajar a Estrasburgo
Mantienen cristianos estadunidenses su protesta cerca de la base de Guantánamo
La vigilia contra la detención de 500 prisioneros, "punto de partida" de acciones mayores
Ampliar la imagen Activistas contra la tortura, ayer en las inmediaciones de la base transformada en c�el FOTO Reuters Foto: Reuters
La Habana, 13 de diciembre. Activistas cristianos estadunidenses, acampados cerca de la base naval de Guantánamo, en el extremo oriental de Cuba, dijeron hoy que con su movilización esperan detonar una protesta mayor por las condiciones en que el gobierno de Washington mantiene en ese lugar a cerca de 500 prisioneros anónimos.
"Nuestra acción es sólo el punto de partida", dijo a La Jornada por vía telefónica Dana Brown, integrante de la caravana organizada por el movimiento Testigos contra la Tortura, con sede en Nueva York. "Esperamos que el movimiento crezca".
El grupo de 25 activistas viajó por territorio cubano hasta las cercanías de la base, en demanda de que se les permita visitar a los presos, en la primera acción de su tipo desde que Estados Unidos convirtió en prisión ese territorio, después de invadir Afganistán en 2001.
El resorte que impulsó la protesta fue una declaración del presidente George W. Bush de junio pasado, de que la cárcel de Guantánamo podía ser visitada, para comprobar que ahí no se practica la tortura, como sostienen numerosas denuncias.
Pero el grupo cristiano ha realizado gestiones ante el gobierno estadunidense sin que hasta hoy haya recibido respuesta.
"Hoy volvimos a llamar a la Casa Blanca, al Departamento de Defensa y al Comando Sur, pero nadie puede decirnos nada", dijo Brown. Agregó que también telefonearon a las oficinas de la base naval controlada por Estados Unidos, "pero ahí colgaron de inmediato".
Brown señaló que el grupo pasó la noche del lunes al martes en un campamento en la pequeña población de Glorieta, en el extremo noreste de la bahía de Guantánamo, sobre la carretera que bordea el extremo suroriental de la isla y a unos ocho kilómetros del perímetro de la zona de ocupación estadunidense.
Parte de la protesta es un ayuno simbólico que cada uno realiza a su manera. "Tenemos participantes desde 24 hasta 79 años, cada quien toma agua, vitaminas o jugos según su necesidad, pero todos estamos bien, sobre todo de ánimo".
Agregó que los activistas aún no deciden cuál será su siguiente paso. "Si no nos dejan entrar (a la base), la mayoría regresará a Estados Unidos entre el viernes y el sábado, pero ya tenemos ofertas de otros activistas para venir a remplazarnos".
Brown subrayó que han realizado sus acciones sin pedir permiso al gobierno de La Habana. Relató que en el curso de su movilización en la isla han sido abordados por funcionarios de la cancillería, del servicio de migración y del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
"Sólo nos han preguntado por nuestros planes, se los hemos contado y les hemos dicho que no queremos involucrar a nadie más", añadió.
Mientras tanto, el gobierno cubano negó por la vía de los hechos el permiso para salir del país a cinco esposas de opositores cubanos presos, que intentaban viajar a Estrasburgo para recibir el Premio Sajarov del Parlamento Europeo.
El premio recuerda al desaparecido científico disidente soviético Andrei Sajarov (1921-1989) y se entrega anualmente desde 1988, para exaltar acciones a favor de los derechos humanos.
Lo han recibido, entre otros, el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y la activista myanmara Aung San Suu Kyi.
Esta vez el galardón fue concedido a las Damas de Blanco, grupo de esposas y familiares de opositores cubanos presos, conocidas así por la vestimenta que utilizan en señal de demanda de la liberación de sus parientes detenidos.
El premio fue otorgado también a la organización Reporteros sin Fronteras, que mantiene campañas por la libertad de prensa, y a la abogada nigeriana Huawa Ibrahim, defensora de condenados por la ley islámica a penas como lapidación o amputación.
Tras saber del premio, en octubre pasado, las Damas de Blanco comisionaron a cinco de sus integrantes para que viajaran a Estrasburgo a recibirlo y solicitaron el permiso de salida que todo cubano requiere para ausentarse del país, que el gobierno otorga o niega a discreción.
"No hay respuesta negativa, simplemente no contestan", dijo Miriam Leiva, una de las comisionadas, al confirmar que el grupo no podrá estar el miércoles en la ceremonia de premiación.