Sólo este año las nuevas empresas aéreas invertirán unos 2 mil 200 mdd en aviones
Con descuentos de 100% en servicios, SCT impulsará aerolíneas de bajo costo
En inusitada decisión para impulsar el transporte aéreo en el país, las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) acordaron dejar de cobrar por dos años los servicios aeroportuarios en Toluca, Cuernavaca, Puebla y Querétaro a las aerolíneas que usen esas terminales aéreas, además de reducir en una tercera parte, equivalente a 100 pesos por persona, la Tarifa por Uso de Aeropuerto (TUA) a los pasajeros.
Las inversiones conjuntas por casi 2 mil 200 millones de dólares realizadas por las llamadas aerolíneas de bajo costo para la adquisición de 36 nuevos aviones, sólo este año, no podía tener mejor recibimiento.
Según el jefe de la Unidad de Apoyo al Cambio Estructural de la SCT, Rodolfo Salgado, los "incentivos" determinados tienen triple sentido: impulsan el uso de la infraestructura aeroportuaria y retrasan la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM); fijan condiciones para una mayor competencia en la aviación comercial y benefician al usuario.
Hasta ahora, seis proyectos de aerolíneas de bajo costo aportarían de entrada 36 nuevos aviones a la flota mexicana, aunque para el mediano plazo se prevé añadir otras 29, que representarían inversiones adicionales por casi mil 750 millones de dólares.
Avasallantes, las aerolíneas de bajo costo ya ofrecen tarifas apenas 100 o 150 pesos arriba de las del autotransporte, al grado de que las empresas del servicio terrestre analizan un ajuste de sus precios.
Sin aceptar que los "incentivos" determinados por la SCT sean un subsidio para las aerolíneas comerciales, Rodolfo Salgado precisó que el objetivo es impulsar la aviación nacional, doméstica y regional, pero al mismo tiempo "acercar" la oferta a los puntos donde se genera la demanda sin que se tenga que pasar por la ciudad de México. Para esta decisión, informó, se elaboraron encuestas sobre origen y destino de los usuarios del transporte aéreo, cuyas principales problemas eran el tiempo perdido para abordar su avión en la capital del país, así como el sobrecosto de entre 250 y 350 pesos por los traslados al AICM.
Paralelamente, afirmó, se elimina el tránsito en carreteras y calles de la capital a entre 3 y 4 millones de pasajeros anuales que sólo acuden al aeropuerto capitalino para abordar su avión y al mismo tiempo se promueve el uso de las terminales aéreas de Toluca, Cuernavaca, Puebla y Querétaro, que hoy tienen operaciones mínimas. El aeropuerto de Toluca, por ejemplo, atiende apenas 20 mil pasajeros al año.
En esas cuatro terminales los organismos gubernamentales Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) dejarán de cobrar por dos años (100 por ciento el primer año y 75 por ciento el segundo, en el caso de ASA) la atención que prestan a las aeronaves en tránsito aéreo, como pasillos telescópicos, pernocta en plataforma, limpieza y suministro de combustible. Además, cada pasajero dejará de pagar dos tercios de TUA, que hoy asciende a 150 pesos.
"Son ingresos que ASA y Seneam no tienen, es un descuento de 100 por ciento de nada. Además, como sólo se aplicará a las aerolíneas -nacionales o extranjeras- que establezcan nuevos vuelos en esos aeropuertos, los dos organismos continuarán con los mismos ingresos durante el incentivo", explicó Salgado.
El esquema de incentivos será replicado por los concesionarios de los aeropuertos privatizados en los vuelos cuyo origen se dé en alguna de sus terminales aéreas y con destino a los cuatro aeropuertos que conforman el sistema metropolitano.
A 15 años de que el mercado mexicano registró una guerra de tarifas impulsada por la desaparecida Transportes Aéreos Ejecutivos SA (Taesa), que ofrecía un vuelo México-Tijuana por 99 pesos, la aviación comercial parece remontar el vuelo.
Bajo el "moderno" concepto ABC (aerolíneas de bajo costo) y con inversiones cercanas a 4 mil millones de dólares en un lustro, por lo menos cuatro nuevas empresas se disponen a emprender el vuelo. Cronológicamente, los jugadores son: A Volar, del empresario poblano Jorge Neme, un avión; Vuela, en la que participa el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe, que operará en el primer semestre de 2006 con 12 aviones y planea alcanzar una flota de 25; Interjet, del ex gobernador veracruzano Miguel Alemán, con 14 aviones y con planes de llegar a 20, y Aerolíneas Mezoamericanas, del ex director de Aeroméxico Guillermo Heredia, que iniciará con cuatro aeronaves y aspira a 20.
A estos empresarios parecen no asustarles los fallidos casos de Taesa, Saro, Estrellas del Aire y Aerolíneas Internacionales, que no alcanzaron a consolidarse.
Tampoco, la competencia de empresas como Aeroméxico y Mexicana de Aviación, que han lanzado propuestas de empresas ABC, o de aerolíneas estadunidenses de descuento que ya invadieron los cielos mexicanos, como United Airlines, con su filial Ted; American Airlines, vía America Eagle; Delta, con Song; Frontier, American West, Continental, Jet Blue y Spirit.
Además, se ha mencionado la intención de otros empresarios, como Fernando Chico Pardo, que invertiría 40 millones de dólares junto con la brasileña Gol, o la participación del magnate Carlos Slim, e incluso del presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.
Todos se apuntan hacia un mercado de casi 25 millones de pasajeros al año y que según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) en menos de una década podría duplicarse.
La preocupación ha comenzado a permear entre los autotransportistas de pasaje turismo, no obstante que las 700 empresas operadoras atienden a 2 mil 300 millones de pasajeros al año.
Con diferencias de tarifas mínimas, las aerolíneas de bajo costo acechan ese mercado potencial, según Rodolfo Salgado.
Pero los autotransportistas, que cuentan con una flota de unos 25 mil autobuses y 100 mil empleados, están dispuestos a dar la batalla y desde mayo de este año iniciaron ajustes de tarifas que implican bajas hasta de 20 por ciento. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo, el sector está a la espera de conocer la estrategia de precios de las ABC para también ofrecer descuentos.