En Malí crearla es asunto de libertad, dice el africano, que visitará México el próximo abril
La música devuelve la esperanza en los momentos difíciles: Keita
Busco que el amor sea una elección para la mayoría, señala en entrevista desde París
"Nunca me ha gustado hacer temas complicados; lo mío es muy sencillo y del corazón"
Ampliar la imagen La m� permite descargar cierta energ� afirma Salif Keita
El músico africano Salif Keita, de abolengo noble mandingo, habló ayer para La Jornada de la función social de la música: "En Africa hay guerras, hay enfermedades, hambruna, mucho de todo, pero con la música tratamos de llevar la fiesta a ese ambiente; esto es, devolver la sonrisa a la gente, la esperanza, frente a esas situaciones conflictivas.
"La música africana, en la actualidad, es un incentivo para poder liberarse de muchos problemas que aquejan a la sociedad", precisó ayer en entrevista telefónica desde París, Francia, quien nació albino y por ello lo rechazó su padre. En la música halló un motivo de reafirmación.
-¿En qué medida esta búsqueda de felicidad por medio de la música no es sólo una ilusión? Las condiciones de pobreza siguen.
-No es un engaño porque cuando alguien va a escuchar la música, y ésta permite soñar, descargar cierta energía bailando o cantando las melodías, por lo menos se libera algo de cada quien.
-¿Cómo está Malí en este momento en lo musical? ¿Hay limitaciones para comunicar su potencial musical?
-Todos en Malí cantamos en nuestros dialectos, por eso la música es bien entendida como vía de transmisión de muchos aspectos en la población local, pero no sólo eso, pues hoy día trasciende fronteras, dado que hay gente que vive en países aledaños y se van conociendo los problemas que comparten y los que quieren realmente erradicar.
-¿Cómo defender la tradición musical ante medios tan fuertes en su penetración como MTV y su estandarización en el gusto?
-Eso es un hecho, pero es algo que no nos preocupa tanto. Los africanos gustan de su música y del contenido de sus canciones. Aunque lo otro está regado en todo Africa no nos impide escuchar la música local.
Trasdendental cambio
En los años 60, cuando debutó con la Rail Band y con los Ambassadeurs, las dos orquestas más influyentes de la escena local de Malí, la música africana experimentaba la transformación más grande de su historia. Llevado por la inspiración de la emancipación cultural, y plegándose al atractivo de las tendencias modernas de América y Europa, la música estaba cambiando más rápidamente aún, debido a la impronta de nuevos instrumentos -especialmente las guitarras amplificadas- y la nueva tecnología capaz de grabarlas.
-¿En qué medida, para usted, son auténticos los músicos que enarbolan banderas de libertad y organizan conciertos en pro de la ecología, contra la guerra o la pobreza?
-No quiero juzgar lo que hacen otros, pero en realidad el papel de un músico es rendir un servicio a su público. Lo más importante es darse de todo corazón en las causas que uno enarbola. Eso es lo que yo hago.
-¿Puede la música contrarrestar el gran problema que implica la epidemia de sida en Africa?
-Los músicos pueden contribuir al dar la información, para prevenir las cosas que no se deben hacer, así como buscar la integración de los enfermos en la sociedad. Es decir, evitar cualquier tipo de segregación, de rechazo, de estas víctimas. La música tiene su aportación más fuerte en la posibilidad de informar.
-¿En Malí, cómo influye ser músico hombre o mujer?
-Eso realmente no es un problema en Malí. Ser músico es simplemente cuestión de libertad.
-Eso es una gran cualidad. En otros países no pasa.
-En Malí se puede hacer. Es por tradición.
-¿Cuáles son los temas más importantes de su música hoy?
-Lo que me interesa hoy es hablar de las relaciones humanas, del amor. Cuando se ama no se agrede. Cuando se ama no se grita al prójimo. Cuando se ama no se tiene la intención de ir a matar. Busco que el amor sea una elección para la mayoría.
-¿Qué piensa de la política bélica del gobierno de Estados Unidos?
-No tengo mucha información sobre el tema, por eso no me meto en eso; prefiero dejarlo a los políticos. Observo ese asunto desde donde sé, que es la música.
Es fácil conectarse
-Estará en México en abril de 2006 (por mediación de Discos Corasón). ¿Espera que la gente que no lo conoce se conecte con usted sólo por la música?
-Es muy fácil conectarse por medio de la música, siempre y cuando haya complicidad, la disposición de escuchar. Si viene de un corazón hacia el otro no hay necesidad de intérpretes, de traductores.
Mientras se realiza la charla, de su lado se escuchan risas, algarabía, de niños. El pasado martes, hace una semana, nació su hijo número 14.
-¿Qué es la vida para usted ahora que hay una nueva persona en su casa?
-Todo es positivo. Cada vez que pienso en ello agradezco la posibilidad de vida que tengo por delante.
-¿Qué espera del público mexicano que escuchará su música? En México también está presente la tercera raíz, la negra.
-Para mí todos son mexicanos y a todos les voy a hablar con el mismo lenguaje. Espero que mi mensaje les llegue al corazón.
-¿Cómo quiere ser considerado, como ídolo o como alguien accesible?
-Nunca me ha gustado hacer una música complicada. Lo que hago es muy sencillo y es del corazón.